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DÁVILA MIURA EN LOS CURSOS DE VERANO EN CARMONA

«Un torero prefiere que le coja el toro antes que sufrir el fracaso en una faena»

«Un torero prefiere que le coja el toro antes que sufrir el fracaso en una faena»

ABC

AMPARO BACA PÁEZ

Eduardo Dávila Miura ha confesado durante la conferencia «Los sentimientos de un artista: El torero», que prefiere que lo coja el toro antes que sufrir el fracaso de una faena.

En la ponencia también estuvieron presentes el matador Jesús Franco Cardeño y el jefe del equipo quirúrgico de la plaza de toros de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla, Ramón Vila Giménez.

Cardeño también compartió la primera expresión de Dávila Miura, desde su experiencia en los ruedos y con una grave cogida sufrida en la Maestranza en 1997: «Llevaba 10 años de matador de toros y tenía que ir a por todas al ser el primer espada. Tenía que ir a la muerte o a la vida, a jugármelo todo».

Para hacer una buena faena en la plaza, Dávila Miura reconoce que hay que estar preparado físicamente, pero mucho más anímicamente. «Cuando un torero está psicológicamente fuerte, casi no hace falta entrenar. Sin embargo, cuando pierdes la confianza en ti mismo, por mucho que entrenes no hay nada que hacer. Además, el público capta lo que sientes en todo momento», explica.

Pero ante todo, ambos coinciden en la importancia de que este arte se realice por vocación, dejando como elemento secundario el aspecto monetario. En el caso de Dávila Miura, confiesa que «sorprendió que llegara a ser torero viniendo de una familia acomodada. Sin embargo, lo que buscaba era responder a mi vocación para lograr una realización interna y no tener siempre la duda de si era capaz o no».

A Jesús Franco la afición le vino desde pequeño, cuando acompañaba a su tío en la Maestranza, donde vendía gafas de sol. Allí empezó a picarle el gusanillo y por entonces ya le abría la puerta al sexto toro. «Después de la cornada de Sevilla estuve más de 60 programas sin cobrar, pero aceptaba porque lo que en realidad quería era seguir toreando. Más que dinero, lo que me importaba era ser matador y vivir de ello, porque es lo más hermoso que he tenido», puntualizaba. Así, concluía afirmando que a través del toreo se expresan los sentimientos de un hombre frente al toro

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