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empleo

Al volante de la crisis permanente

Al pairo de la Expo las licencias de taxi se incrementaron. La crisis ha cogido al sector sin la reconversión hecha

M. D. A.

Meses antes del inicio de la Exposición Universal de 1992 el Ayuntamiento aprobó la concesión de cien nuevas licencias de taxi. El Gobierno municipal de entonces, la coalición PA-PP, entendía que tanto la celebración de la muestra universal como las previsiones de crecimiento de la ciudad amparaban una decisión que adoptó, tras la presión de asalariados que llevaban años a la espera de que se abriera la espita y poder convertirse en autónomos , y en contra de la opinión de los entonces titulares que señalaban que Sevilla, con 2.200 licencias, era, tras Madrid, la ciudad con más taxis de España.

Durante la muestra no hubo quejas del sector, aunque sí de ciudadanos que tenían difícil encontrar un taxi que llegara a su barrio concentrados como estaban los taxistas en servir al entorno de la isla. Pero tras la Expo llegó la consiguiente crisis y uno de los primeros sectores que se resintió de ella fue el del taxi, que vio reducir drásticamente sus ingresos.

Cinco años después el número de licencias se situaba en 2,311 y las asociaciones empezaron a reclamar, con movilizaciones y paros que de forma sucesiva colapsaban la ciudad, la supresión de 700 al considerar que con ese elevado número de vehículos era muy difícil subsistir.

Fue bajo el mandado del socialista Alfredo Sánchez Monteseirín cuando el Ayuntamiento de Sevilla aceptó reducir el número de licencias de taxis. Se puso en marcha el I Plan de Modernización del Taxi que preveía reducir en 50 el número de licencias gracias al «rescate» de la propia Corporación con el pago e una cantidad que empezó rondando los 40.000 euros y en 2006 alcanzaba ya los 67.467, una cifra similar a la que se paga hoy por obtener una licencia.

Pero desde ese año, cuando la época de bonanza económica reducía de forma casi escandalosa el número de taxis en los servicios nocturnos, el Ayuntamiento empezó a ralentizar el rescate de licencias y de hecho el proceso se paralizó.

Y en estas llegó la crisis y con ella el rescate municipal de las licencias se resintió. El II Plan de Modernización del Taxi en marcha que preveía retirar 39 de las 2.250 licencias existentes , pero ya no es que no se quisiera es que no había dinero para que la Corporación asumiera por sí sola el rescate de licencias.

A la espera de un estudio

A principios de este año, cuando sólo se habían rescatado 5 de esas 39 licencias, Ayuntamiento y taxistas llegaron a un acuerdo por el que el sector asume, con el pago de una cuota mensual por parte de cada taxista, parte de ese «rescate» para así agilizar la retirada de taxis de la calle.

El citado acuerdo, ligado a una mejor accesibilidad al centro y a la lucha contra el intrusismo, se condiciona sin embargo, a la realización de un estudio sobre la situación del sector, para cuya realización se ha convocado incluso un concurso, pero que aún no se ha iniciado . En teoría, debe estar terminado antes de fin de año y que para entonces se defina cuántas licencias son las que sobran.

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