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La fusión entre Telecinco y Cuatro entra en su recta final. La Comisión Nacional de Competencia (CNC) tiene previsto autorizarla con condiciones a finales de este mes, según ha podido saber ABC, y los competidores no dudan en posicionarse públicamente ante una operación que cambiará el mapa audiovisual en España y, especialmente, el reparto de la tarta publicitaria. Conviene recordar que en juego está también la entrada de Mediaset (propiedad de Berlusconi) en la plataforma Digital +, lo que reviste la operación entre Telecinco y Prisa de multitud de matices políticos que superan lo estrictamente televisivo.

El consejero delegado de La Sexta, José Miguel Contreras, considerado uno de los hombres de confianza del presidente Rodríguez Zapatero y profundo conocedor del sector mediático, aprovechó ayer su ponencia en el Foro de la Nueva Comunicación para lanzar cargas de profundidad contra la alianza de sus competidores: «Plantea una gravísima amenaza a la competencia televisiva en este país». Y añadió una exigencia —que se impongan unas limitaciones «claras»— y una advertencia: de lo contrario «mi grupo actuará con contundencia».

«Gravísimo problema»

«No les quiero ni contar lo que esto significa como no haya limitaciones en compra de derechos, o en actividades en el terreno de la producción o la comercialización. Podemos tener un gravísimo problema como Competencia no haga lo que es su obligación hacer», avisó Contreras.

A su juicio, lo que va a salir de la operación no es sólo que el grupo resultante controlado por Silvio Berlusconi tendrá «una potencia y una capacidad inexistente en casi ningún país del mundo ahora mismo». Lo peor, insistió, es que si las autoridades no le ponen las limitaciones debidas, «el fenómeno de la competencia en España resulta absolutamente imposible».

Por si todo esto no fuera bastante, el consejero delegado de La Sexta aseguró que se están produciendo todo tipo de «presiones políticas» a los responsables de los estamentos que tienen que decidir, y «esperamos que todo se haga lo más público posible», porque, de momento, lo que se está temiendo es que Telecinco, por los textos que ha presentado a los distintos sectores afectados, se quiere poner «unas autolimitaciones que son realmente una tomadura de pelo y un chiste pensando en lo que pueden hacer». «Demuestran de partida una actitud casi absolutista y anticompetitiva que nos preocupa enormemente», remarcó.

Por último, Contreras remarcó que La Sexta actuará «con la máxima contundencia que sea posible en la respuesta a las medidas que se tomen si éstas las consideramos insuficientes» y explicó que le llama la atención ver de la mano a Berlusconi y a Prisa en un mismo proyecto editorial.

Respuesta de Telecinco

Telecinco, a través de un portavoz, respondió que «sorprende ver que quien se manifestó como impulsor de la reforma legal en pro de la reorganización del sector mantenga ahora una actitud crítica. Quizás sea porque apoyaba la ley cuando era en beneficio propio y ahora, incapaz de haber cerrado una fusión tras sus intentos con Cuatro, Telecinco y Antena 3, no la quiera para nadie».