La mujer de Espadas, una de las beneficiadas del «funcionariazo» de Griñán
La esposa del candidato del PSOE a la Alcaldía trabaja desde 2007 en el SAE sin ser funcionaria, contratada por una fundación que se integra en la Administración

La esposa del candidato socialista a la Alcaldía de Sevilla, Juan Espadas, va a ser una de las beneficiadas del «funcionariazo» —Decreto Ley de Reordenación del Sector Público— que va a imponer el Gobierno andaluz a partir del 31 de diciembre. Carmen Ibanco, mujer del aspirante del PSOE, trabaja desde 2007 en el Servicio Andaluz de Empleo (SAE), aunque contratada por la Fundación Andaluza Fondo de Formación y Empleo (FAFFE), un apéndice privado que la Administración autonómica utiliza para tener trabajadores «externos» sin que éstos tengan que ser funcionarios . De hecho, la fundación no forma parte en sí del sector público y se rige por el derecho privado. Pero ésta, merced al nuevo decreto, va a pasar a integrarse en la Administración para englobarse en la nueva Agencia del SAE, que tendrá régimen especial y que absorberá a todo el personal de la FAFFE, asumiendo las prerrogativas de los contratos que tiene la fundación.
Fuentes de la Consejería de Empleo, donde está integrado el SAE, expusieron a ABC que la mujer del candidato accedió a este empleo «sin proceso selectivo alguno , simplemente rellenando un formulario como cualquier otro candidato con su bagaje profesional». Así, a comienzos de 2007, cuando Espadas ya era viceconsejero de Medio Ambiente, fue admitida y contratada por la FAFFE para trabajar en el SAE. En un primer momento fue técnica en el área de empleabilidad de ese departamento, pero con la reorganización de esta consejería la pasada primavera y el cambio de consejero, Ibanco ha pasado a trabajar en un área superior, la de coordinación de la propia gerencia del SAE. Según las fuentes consultadas por este periódico, esta trabajadora «está muy ligada a las altas instancias de la gerencia» y, más concretamente, a la nueva gerente, la almeriense Alejandra Rueda, que la colocó en su área cuando el pasado abril llegó al SAE junto al nuevo consejero de Empleo, el también almeriense Manuel Recio. Indican que Ibanco «goza ya de cierto poder, al contar con el favor de la gerente, y en breve tendrá autoridad sobre funcionarios de carrera cuando ella no lo es».
Gracias al nuevo decreto, la fundación con la que tiene contrato —entidad de gestión privada pero mantenida económicamente por la Junta de Andalucía— pasará a ser una agencia con régimen especial totalmente integrada en el sistema público , con lo que su beneficio profesional resulta más que evidente. Muchos opositores que han estado gastándose el dinero y su esfuerzo verán cómo trabajadores procedentes de la fundación entrarán en la Administración por delante de ellos. Una de estas personas beneficiadas será Ibanco, que ascendió internamente en el SAE a principios de este año, como se ha citado, ya con su marido convertido en candidato a alcalde de Sevilla.
Esta fundación de formación ha recibido muchas críticas, especialmente del sector de los funcionarios, al tratarse de una organización muy opaca y sin el control de la normativa del sector público , que puede contratar a personal externo para que haga labores propias de funcionarios. Según la Cámara de Cuentas, cuenta con más de 1.300 empleados, aunque la propia FAFFE ofrece datos ambiguos a este respecto.
Espadas: «Ella es una más»
Preguntado por ABC, el propio Juan Espadas explicaba sobre el caso de su mujer que «no hay nada raro», indicando que, efectivamente, está empleada en el SAE desde 2007 con contrato de la FAFFE. «Ella es licenciada en Psicología —señaló el ex consejero—, tiene varios masters y está muy preparada. Desde el primer momento dirigió su carrera profesional a la Psicología Social y a la orientación y formación laboral, siendo siempre una técnico de nivel básico, nunca directiva ni nada de eso. Estuvo trabajando en programas de orientación al empleo del INEM y también en la Cámara de Comercio de Sevilla. Entonces, en 2007, surgió una oferta pública, a la que cualquiera tiene acceso porque salió en las páginas de bolsa de empleo de la FAFFE, se presentó, hizo su entrevista y la escogieron. Así, empezó a trabajar en el SAE, pero siempre con un nivel básico, era «grupo E» y ahora es «grupo D», cobra 1.500 euros al mes, vamos, y no tiene ningún puesto de responsabilidad , ella es una más». Ibanco accedió al puesto de trabajo en el SAE cuando el jerezano Antonio Fernández —ahora en la picota por los ERE de Mercasevilla— era el consejero de Empleo.
Espadas incidió en que su mujer «siempre se ha dedicado a la orientación laboral desde un nivel básico y en el más absoluto anonimato, lleva allí cuatro años y ni siquiera tiene un contrato indefinido. Si yo hubiera querido ejercer presiones para su beneficio, como se pretende hacer ver, igual tendría un mejor contrato, ¿no? No hay nada de eso, nada. Ella no goza de un trato diferencial sino que tiene la misma condición que los demás de la fundación. Entró como pudo hacerlo cualquier otro y, si ahora esta fundación va a integrarse en la nueva agencia del SAE, serán todos los que se beneficien de eso, no exclusivamente ella, que no tiene, insisto, ningún trato especial. Ella es una trabajadora más y no puede deducirse que haya sido beneficiada por mi posición ni nada de eso. Ni siquiera es militante del PSOE ni nada de nada». Según Espadas, su pareja «pasó por un proceso selectivo para ser contratada». Fuentes de Empleo, no obstante, aseguran que fue escogida sin más procesos selectivos que la presentación de su currículum y el pertinente formulario.
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