BARCELONA
Un galerista londinense, Michael Hoppen, descubrió el trabajo de Leopoldo Pomés en el Círculo de Bellas Artes de Madrid y viajó a su estudio de Barcelona para proponerle una exposición en la capital británica.
«La muestra se titula “Vintage Prints” y estará abierta hasta el 22 de enero», concreta Leopoldo Pomés que por fin debuta en Londres de la mano de «un galerista de primera línea». El término «vintage» en materia de fotografía «creo que significa que son copias que tienen valor a partir de los veinte años —apunta—; realmente son copias muy cuidadas que revelé y positivé hace muchos años...». Todas ellas en blanco y negro porque es una de sus debilidades y uno de sus sellos de identidad.
Esta pequeña selección incluye un viaje por los años cincuenta con escenas de la calle de Barcelona, retratos de artistas famosos como Antoni Tàpies, Eduardo Chillida y Gabriel García Márquez, y una serie de fotos de corridas de toros. «Estoy muy contento de tener una exposición en Londres y también puedo avanzar que en marzo viajaré a Nueva York, a una feria de fotografía muy presitigiosa, también de la mano de Hoppen».
Entusiasmado Pomés está entusiasmado. «Es lo más alucinante que me ha pasado nunca, Londres, Nueva York...», subraya mientras explica que en esta galería tienen obra de los más grandes como Man Ray o Cartier Bresson.
Parece que 2011 será un año viajero para él porque también nos puede anunciar que debutará en La Granja (Segovia). «Tengo prevista una exposición en la Galería Arte Soñado en La Granja», apunta.
La obra de Pomés es fundamental para entender la historia de la fotografía catalana. Precisamente hace pocos meses se presentó un proyecto expositivo bajo el nombre de «Nova avantguarda» que incluía instantáneas de los años 50 y 60 de grandes firmas como Casademont, Català-Roca, Toni Catany, Joan Colom, Maspons, Miserachs, Terré y el propio Pomés.
