Protesta legítima
La airada y sospechosamente coordinada ofensiva del PSOE y la Junta de Andalucía contra la protesta de los funcionarios sólo puede entenderse como una demostración del nerviosismo que atenaza a los dirigentes socialistas tras las últimas encuestas. La movilización funcionarial contra un decreto polémico que la Junta intentó imponer sin diálogo previo no sólo es legítima, sino saludable en una sociedad dinámica. Lo que no puede hacer el PSOE, inductor de protestas callejeras en el pasado reciente, es decretar que el ruido de la calle sea «fascista» o democrático en función de si suena en su contra o a su favor.
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