Madrid

Madrid

Gallardón, tú verás

El prestigioso arquitecto parte de una reflexión sobre los canales de Suez y Panamá para, en una audaz comparación, reclamar una profunda reforma en Madrid: debe reordenarse para un «futuro universal y glorioso»

Día 27/02/2011 - 05.10h

Mi larga relación arquitectónica y urbanística con Sacyr, me animó a felicitar a su directiva cuando ganó el concurso para la actualización del Canal de Panamá, éxito muy importante a escala mundial. Agradeció el aplauso enviándome dos publicaciones «Un camino entre dos mares» y «La fiebre de Panamá», precisas, rigurosas y apasionantes (Mc Cullough y Parker).

Las resumo:

El Canal de Suez, que se culmina el año 1869, fue construido por Francia inspirada por el glorioso Ferdinand de Lesseps que gobernó la hazaña heroica —decenas de miles de muertos en el tremendo esfuerzo— con particular empeño. Francia pasó de un período postnapoleónico (Napoleón III y Eugenia de Montijo) en el que su prestigio se mantuvo horizontal, a liderar no sólo la ingeniería y la técnica constructiva sino el mundo de la competencia empresarial y creativa. La Torre Eiffel —325 mts— durante 40 años el más alto monumento del mundo, simboliza el cenit galo —1889 Feria Universal en París—. El francés se erigió en idioma universal.

Lesseps, promotor incansable —tuvo en sus dos matrimonios doce hijos, el último con más de 80 años— se encandiló, en lógica consecuencia, con el hipotético canal de Panamá. Carlos I, nuestro emperador, fue quien primero se planteó la conexión de los dos grandes océanos. Francia, seducida por el triunfador de Suez, se lanzó a la gigantesca aventura. A lo largo del último tercio del siglo XIX, dedica un inmenso capital técnico, financiero y humano al intento. Lesseps, odiseo decimonónico, al no alcanzar su objetivo, ve forzada su retirada en la que acompaña a Francia en pérdida dramática de la brillante cota anteriormente alcanzada.

Pero los EE.UU., que iban acercándose a la primacía universal, no dudan. Teodoro Roosevelt toma el testigo y anima, emprendedor, optimista, soñador y culto, a su joven país a la mayor apuesta constructiva y técnica que la humanidad había afrontado. La hazaña se corona en 1914 y EE.UU se convierte indiscutiblemente en el patrón empresarial de la vanguardia.

Dos rasgaduras continentales: una, el Canal de Suez que encamina al Mediterráneo por el Mar Rojo hacia el Océano Indico y, otra, la que conecta al Océano Atlántico con el Océano Pacífico, elevan, respectivamente, a Francia y a Estados Unidos a las cumbres sucesivas que habían soñado. Rasgaduras que sustituyen a las comunicaciones terrestres, ya existentes aunque enmarañadas, por flujos invitadores, generadores de contactos directos y enriquecedores, inicios de una globalización futura deseada.

Europa, Asía y África, que vivían su coloquio físicamente complejo en Constantinopla, Estambul, funden sus voces en mares que las mantienen en constante y orgánico concierto productivo.

El Atlántico, El Caribe y El Pacífico se escuchan de cerca a través de un istmo que los enlaza. Panamá, sorprendente selva insalubre en su origen, se convierte en la Avenida acuática más rica del universo.

Rasgaduras colosales que «quitan y ponen rey».

Madrid era un pueblacho de 13.000 habitantes cuando Felipe II, muy enamorado de Isabel de Valois, friolera en Toledo, traslada la capital. Al viejo caserío laberíntico hubo de aumentársele en una altura para dar cobijo a la corte. En 20 años la población se multiplica por 5. El caos urbano se extrema. Sólo se luce el Alcázar. Carlos III, italianizado, embellece rincones y ordena en lo posible la vieja trama. Pero la almendra original se mantiene sucia e impenetrable.

El siglo XX, valiente, se decide a crear no una calle, sino una rasgadura, en gran vía, que una el oeste con el este ayudada por Alcalá, para encontrarse en Cibeles con el tronco de la cruz, antigua cañada real y ganadera, castellana. Reviste el tajo con los más modernos atributos, teatros, cines, hoteles, comercios, de arquitectura ecléctica, muy adecuada a una población que viene de todos lados, alegre, contenta, dicharachera y sin más acento que el de las Españas. Y el canal funciona; triunfa de tal manera que Madrid se desmadra y crece a su vera. No importa que España se redistribuya en 17 autonomías, que la capitalidad madrileña ceda parte de sus derechos políticos y administrativos; Madrid crece más que ninguna de las otras urbes ibéricas; atrae su estilo, su cielo, su aire, su jocosidad. Europa queda prendida y la ve como futura capital del meridión continental.

Pero la rasgadura vitalizadora envejece, se congestiona, su atmósfera se nubla, cada vez dedica más tiempo a la circulación rodada en detrimento de la intercomunicación ciudadana peatonal entre ambas aceras; su cotización comparativa desciende, la calidad de sus comercios pierde ante la competencia de zonas que se alejan presumidas de la arteria esclerotizada.

París, Londres, Munich, Roma acarician sus centros que permanecen en su lugar de origen. El de Madrid emigra, paso a paso hacia el Norte. El corazón llora.

Madrid, Comunidad Autónoma, tiene extraordinariamente concentrados a sus habitantes en su término municipal —3.200.000 habitantes, 5.500hab/Km2— cuyo denso abigarramiento se repite en los pueblos inmediatos, especialmente en los del Sur, los menos agraciados por la naturaleza, para aligerarse acusadamente en el resto de la autonomía, bello y jugoso en el Norte y cercanías de la Sierra. La ciudad, sin mar y mísera en su río (hoy en meritorio maquillaje), respira orgullosa de su septentrión verde (El Pardo, Viñuelas, La Escorzonera, El Monte del Pilar, La Casa de Campo) 30.000 hectáreas de aire transparente y puro.

Como región cordial, 806hab/km2, se ve rodeada de vacío (Castilla León 26hab/km2, Ávila 20hab/km2, Segovia 22hab/km2, Albacete 26hab/km2, Palencia 21hab/km2, Burgos 25hab/km2) y se siente naturalmente, argumento energético, enjundia de la estepa circundante cuya población es su habitual visitante.

La Gran Vía-Alcalá, eje Oeste-Este, y La Castellana, eje Norte-Sur, actúan como atajo comunicador entre paisajes y paisanos distantes. Certeros, funcionales y operativos resultaron los circuitos que respetuosamente la rodearon (M30, M40, M45) pero los invasores lejanos, a pesar de no tener al Centro como destino, siguen insistentes, ávidos de pulsación metropolitana, agobiando al endocardio madrileño. Y Madrid les debe su servicio: «Haz lo que debas aunque debas lo que haces».

En réplica al modo en que se elevan los buques a lagos entre esclusas para establecer la comunicación fluida, Atlántico-Pacífico, debe sumergirse la circulación transitoria de Gran Vía, sin abrasar a la ciudadanía, noble en su andancia, y adjudicar desde el subsuelo aparcamientos proporcionados para un centro cardinal que mantiene su ambición jerárquica.

París, Munich, Berlín, Bruselas tienen un 40% más de plazas de aparcamiento central que nuestra capital. Los servicios públicos motorizados, carga y descarga, seguirían animando la superficie pero su 70%, liberado del tráfago privado, se ajardinaría linealmente para dar lugar al paseo más alegre de España.

La Europa estatal y activa está llena: La República Federal de Alemania 231hab/km2, Italia 202hab/km2, Holanda 393hab/km2, Bélgica 342hab/km2, Inglaterra 395hab/km2, Francia, más ancha, 119hab/km2. Recuerden los números de España. Y a los europeos les apetece pisar nuestras tierras amplías y silenciosas, iluminadas por un cielo incomparable. Internet les informa puntualmente y a distancia. Madrid, su capital futura, no puede fallar.

Suez y Panamá enriquecieron espectacularmente a sus intercomunicados y hoy, aplicados que son, se actualizan. Madrid está ahora, como todos, lampando pero debe, audaz, reordenarse para un futuro universal y glorioso, el que merece. Teddy Roosevelt osó para coronar a su país y triunfó. El «american english» es idioma universal.

Madrid distribuida y engarzada en cuatro sectores por la Cruz Axial, centrada en Cibeles y abrazada por sus circuitos servidores es La Ciudad. El español se expande imparable.

Gallardón, tú verás.

MIGUEL DE ORIOL E YBARRA ES DOCTOR ARQUITECTO

Búsquedas relacionadas
  • Compartir
  • mas
  • Imprimir
publicidad
Consulta toda la programación de TV programacion de TV La Guía TV

Comentarios:

Sigue abcdesevilla en...

Lo ?ltimo...

Copyright © ABC Periódico Electrónico S.L.U.