La Junta pone la primera tubería de Melonares sin iniciar la obra del Viar

El consejero de Medio Ambiente, José Juan Díaz Trillo, puso ayer el primer tubo de las conducciones que llevarán el agua de Melonares desde el canal del Viar hasta la conexión con las instalaciones del Carambolo. Todo un «hito» si se tiene en cuenta que el pantano está terminado desde hace dos años, que está lleno —en las lluvias de finales de año llegó a tirar agua— y que además se inicia con el reto de conseguir que las obras estén terminadas para el verano de 2013 si no se quiere perder el dinero aportado al proyecto por la Unión Europea pero sin tener fecha de inicio para la mejora de un tramo más que importante de esas conducciones, el del canal del Viar.

El propio Díaz Trillo reconoció ayer que ese tramo, que fue adjudicado a Befesa hace dos años, el 15 de enero, sigue pendiente del informe de fiscalización del proyecto y por lo tanto, sin fecha. A pesar de ello, el director de la Agencia Andaluza del Agua, Juan Paniagua, destacó que los trabajos que hay que realizar en el canal —recrecido, construcción de hasta 7 almenaras como sistema de seguridad para posibles roturas, vallado perimetral, cubrición en algunos tramos, electrificación y automatismos—son de más rápida ejecución y por ello se había decidido «priorizar» las obras de las nuevas canalizaciones. En su día se habló de que esas obras en el canal del Viar, con las que se cumple la exigencia de la UE de que se diferenciara el agua de uso agrícola del destinado al abastecimiento, necesitarían 18 meses de ejecución, lo que implica que deberían iniciarse como muy tarde el próximo otoño.

D Para entonces las obras iniciadas ayer, y que tienen un plazo de ejecución de 20 meses, deben haber avanzado bastante. Con una inversión de 27 millones de euros, suponen la construcción de 13,7 kilómetros de nuevas tuberías, que irán desde el canal del Viar, en el término de Villaverde del Río, hasta un tramo de 3,7 kilómetros de canalizaciones que se construyeron en la sequía de 1993 para llevar el agua del Guadalquivir desde Alcalá del Río hacia las conducciones que transportan el agua del embalse del Gergal hasta las instalaciones de Emasesa en el Carambolo. La obra, según explicó ayer el ingeniero director del proyecto de Melonares, tiene tres hitos importantes: el punto de «toma» o entrega del caudal desde el canal del Viar donde se ejecutará un depósito de regulación con capacidad para 12.000 metros cúbicos; la ejecución de chimeneas de equilibrio (de 7 metros de diámetro y 17 de altura) que permitan controlar el caudal y la conexión con la estación de bombeo sita junto a

Torre de la Reina y desde donde se regulará cómo llegara, si por bombeo o por un by-pass, el agua a las conducciones del Carambolo.

Para asegurar la financiación de la Unión Europea, que en su día aportó el 60% de los casi 120 millones de euros que cuesta Melonares, las obras de las conducciones deben estar terminadas, señaló ayer el consejero de Medio Ambiente, antes del verano de 2013. Entonces, añadió Díaz Trillo, Melonares será un recurso más para garantizar el suministro de agua a los más de 1,2 millones de habitantes de 40 municipios de la provincia, «Sevilla tendrá el agua necesaria y suficiente».