Pickman sigue inactiva tres meses después de que la Junta anunciase el acuerdo de venta

Los trabajadores de Pickman La Cartuja protestaron ayer ante la sede de Ibercaja, en la avenida Luis Montoto de Sevilla, por el retraso en el cierre de la operación de compra-venta de la fábrica de loza sevillana al empresario malagueño, Antonio Herrezuelo, pendiente aún de que se resuelva la importante deuda de la compañía con Cajasol. El secretario general de la Federación de Industria Textil-Piel, Químicas y Afines (Fiteqa) de CC.OO. de Sevilla, José Hurtado, explicó ayer que los trabajadores piden que se agilicen los trámites para llegar a la firma con dicha entidad financiera. El problema radica en que la deuda que tiene Pickman con Cajasol se pagará con una parcela, valorada en unos seis millones de euros, pero el 25% de este terreno pertenece a Urbas, que la tiene hipotecada con Ibercaja.

Cuando se cumplen tres meses de la comparecencia pública de dos consejeros de la Junta —los de Empleo, Manuel Recio, y Economía, Antonio Ávila—, el nuevo empresario y el candidato del PSOE a la alcalde de Sevilla, Juan Espadas, en la que se anunció que éste último había conseguido desbloquear el acuerdo con Cajasol sobre una deuda que se cifró entonces en 6,1 millones de euros, el anuncio preelectoral sigue sin confirmarse, lo que deja en entredicho el papel de Juan Espadas.

Hurtado ha advertido de que la situación se ha agravado porque los trabajadores no están cobrando ya el desempleo.

La presión de la plantilla, compuesta por 106 trabajadores, en vísperas electorales, que amagó con protestas antes de las votaciones, no llegó a surtir efecto alguno.

La incorporación de los primeros quince trabajadores de Pickman-La Cartuja estaba prevista para el 16 de mayo y el resto se iría uniendo durante junio para arrancar la producción en la fábrica de Santiponce.