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La Junta hace empleados públicos a personal que «fichó» la Faffe días antes

Uno de los 1.552 beneficiados por la «ley del enchufismo» pasó al SAE tras 5 días trabajando en la Fundación de Empleo

La Junta hace empleados públicos a personal que «fichó» la Faffe días antes EFE

antonio r. vega

La polémica reordenación del sector público promovida por el Gobierno andaluz ha supuesto una sustancial mejora laboral para 1.552 personas que estaban contratadas por la extinta Fundación Andaluza Fondo de Formación y Empleo ( Faffe ) y que, tras la disolución del ente, han pasado de forma automática a ser absorbidos por la nueva Agencia Servicio Andaluz de Empleo (SAE). El SAE se ha transformado en una agencia de régimen especial dentro de la reforma del sector público, lo que los funcionarios han calificado como «ley del enchufismo».

Al igual que los 20.000 contratados que formaban parte del entramado de fundaciones y sociedades instrumentales de la Junta, lo que se conoce como la «Administración paralela» , el personal de la Faffe, fundación que a juicio del PP y sindicatos estaba sobredimensionada, se ha convertido a todos los efectos en empleados públicos. En el futuro, según los estatutos de la nueva agencia —que han sido recurridos por los sindicatos de funcionarios—, pasarán a regirse por el mismo convenio que los laborales que se hicieron con su plaza mediante concurso u oposición. Esta situación ha sido contestada con una feroz ofensiva por los sindicatos mayoritarios de la Junta tanto en los tribunales como en la calle.

En teoría, los 1.552 trabajadores que se han subrogado al SAE tenían una contrastada vinculación laboral con la fundación ya disuelta.

En la práctica, este salvoconducto no es obligatorio. Como muestra, ABC desvela, al menos, tres casos que se saltan la regla , aunque según los funcionarios son sólo la punta del iceberg de la confusión que rodea la reordenación del sector público. Uno de ellos es el de Melinda D.S.M., quien empezó a trabajar para la Faffe en Sevilla el 25 de abril pasado, tan sólo cinco días antes de que el patronato de la misma acordara su extinción. Sin embargo, esto no le supuso ningún impedimento para su traspaso al SAE el día 3 de mayo, apenas nueve días después de ser contratada por el ente de la «administración paralela».

Al contrario que la mayoría de empleados de la antigua Faffe, está pluriempleada. En su condición de autónoma desde 2004, trabaja como «consultora lingüística» para Diagonal Formación SL, una sociedad especializada en dar clases de inglés enfocado hacia los negocios. Esta empleada, con la que ABC se puso ayer en contacto, aseguró no tener constancia de haber pasado al SAE, si bien confirmó que desde el 25 de abril fue contratada por Faffe para dar unos cursos que le obligaban a desplazarse en coche. «Conozco a un profesor que estaba buscando a alguien y lo cogí por echar una mano, pero no tengo intención de seguir», afirmó. En la actualidad, aunque el SAE la mantiene en nómina, no está trabajando «porque los cursos están paralizados».

Pero si meteórico ha sido su salto al nuevo Servicio Andaluz de Empleo, mucho más rocambolesco es el caso del marroquí Mustapha E.K.. Según ha podido saber ABC, en su vida laboral no consta vinculación previa con la Faffe, al menos en la Seguridad Social, como ha corroborado ABC. Sin embargo, su nombre figura en la relación del personal subrogado a la nueva agencia proveniente de la extinta fundación. De hecho, hasta un día antes de convertirse en personal del SAE, estaba contratado por la Asociación de Mujeres Inmigrantes Marroquíes Amal , organización a la que está ligado laboralmente desde abril de 2007 y que no guarda ninguna relación con la Faffe. Con todo, el día 3 de mayo entró en la Agencia SAE.

Un socialista marroquí

Con anterioridad, este trabajador fue vicepresidente de la Asociación para la Cooperación y el Desarrollo con el Norte de África. En su perfil en la red social Twitter, se define como un «apasionado de la política». Asegura que es licenciado en Derecho y trabaja para el SAE. Además, se confiesa como un «experto en la intervención comunitaria, normativa de extranjería y cooperación», y es un dirigente de la Unión Socialista de Fuerzas Populares. ABC trató de contactar con él a través de Facebook , pero no recibió ayer ninguna respuesta.

Un caso aparte es el de María Luz A. H. En su perfil profesional en Linkedin se define como asesora del consejero de Empleo, Manuel Recio desde mayo de 2010. Justamente, desde esa fecha está contratada por la Faffe.

Con ser chocante que su labor sea la de asesorar al consejero cuando las funciones que tiene encomendadas la fundación son la intermediación laboral y preparación de programas formativos, aún chirría más el hecho de que se haya integrado gracias al «decretazo» en el Servicio Andaluz de Empleo cuando no llevaba ni un año trabajando teóricamente para la Faffe. Su permanencia en la nueva agencia, empero, ha sido fugaz. Ha dejado de ser trabajadora del SAE un mes después de ser absorbida. Al igual que su jefe político, María Luz A. H. procede de Almería.

Precoz «fichaje» de IDEA

A diferencia de la mayoría de jóvenes de su generación, su irrupción en el mercado laboral fue muy precoz. Con apenas 23 años fue «fichada» por la Agencia de Innovación y Desarrollo de Andalucía (IDEA), donde estuvo trabajando hasta su incorporación en la Faffe en mayo de 2010. Este periódico intentó ayer sin éxito recabar su versión. IDEA es el ente autonómico que repartía las subvenciones procedentes de la partida 31L para empresas en crisis y expedientes de regulación de empleo (ERE) donde aparecieron al menos 72 falsos prejubilados, personas que se beneficiaron de pólizas incentivadas por la Junta sin haber trabajado nunca en las firmas acogidas a los ERE . Su gestión está siendo investigada por el juzgado de instrucción número seis de Sevilla.

La Agencia SAE ha asumido los programas y funciones que desde 2003 desarrollaba la fundación, tales como la intermediación laboral, el impulso de cursos de formación y de planes de empleo, tareas que no han frenado el ascenso imparable del paro desde que estalló la crisis.

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