Día 17/07/2011
La temible Escherichia coli, la bacteria que más infecciones produce, incluyendo las urinarias, cuenta con una nueva arma terapéutica que puede unirse a los antibióticos, el cranbery o arándano rojo americano, con la ventaja de ser seguro y no producir resistencias. El cranberry ha demostrado evitar la adhesión de esta bacteria a las vías urinarias y reducir los episodios de cistitis, que afloran en verano, con el baño, sobre todo en ríos y piscinas, según una revisión de estudios realizada por el Centro de Investigación sobre Fitoterapia (Infito).
Esta sociedad científica ha realizado una encuesta entre la población que revela que 1 de cada 7 mujeres castellano-manchegas ha sufrido algún episodio de cistitis en el último año. Por eso ha elaborado un decálogo para prevenir infecciones urinarias, en colaboración con la Sociedad Española de Ginecología Fitoterápica, que preside el doctor Javier Haya, jefe del Servicio de Ginecología del Hospital de Ciudad Real.
«Cuando vayamos a la piscina o a ríos y lagos hay que tener la precaución de no dejar el bañador mojado y orinar con frecuencia, sobre todo en personas con más riesgo de cistitis: mujeres jóvenes y posmenopáusicas. Desde la farmacia nos pueden aconsejar sobre cómo y cuándo tomar el cranberry, incluso como preventivo», advierte Vanessa Sánchez, consultora de Infito en Castilla La Mancha. Cuando se tienen relaciones sexuales también es conveniente orinar para expulsar las bacterias, ya que8 de cada 10 infecciones urológicas tienen lugar tras una relación sexual. El riesgo de contraer cistitis aumenta tras la menopausia debido a que el epitelio vaginal es más fino, hay mayor sequedad, con lo que se producen más heridas, y, además, se producen cambios en la flora vaginal que favorecen las infecciones.
Por ello, se recomienda, para prevenir y tratar la cistitis, beber abundante líquido, orinar justo después de una relación sexual y tomar una dosis de un preparado farmacéutico de cranberry, con otra toma a las 12 horas.
