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CLÁSICA

Una batuta mágica

JOSÉ LUIS LÓPEZ LÓPEZ

No es esta apretada columna el lugar para entrar en el debate de la continuidad, o no, de la Fundación Barenboim-Said. La solución, esperemos que la mejor para la música y la cultura en Sevilla y Andalucía, tras las elecciones autonómicas.

Vayamos, pues, al concierto, que esto es una crítica musical. La 1ª y la 5ª Sinfonía de Beethoven las hemos escuchado, en la pasada temporada de Abono de la ROSS, y la verdad es que no estuvieron mal interpretadas. Pero, aunque las comparaciones, dicen, son odiosas, quedaron muy por debajo de cómo las tocó la WEDO bajo la batuta de un genio (y más con las Sinfonías de «Ludwig van») como es Barenboim. Y eso que es una Orquesta de jóvenes, que, uno a uno, con toda seguridad, están menos cualificados que los excelentes profesores de la Sinfónica sevillana. Ah, pero todos juntos, bajo la milagrosa guía del Director argentino-israelí, suenan como cualquiera de las mejores del mundo.

Una 1ª todavía algo clásica, sí, con insalvables vestigios haydnianos, fue «romantizada» hasta el límite de sus posibilidades, sin traicionarla: efectivo orquestal reducido, pero lo mínimo; «tempi» dinamizados; y, sobre todo, una cohesión y fluidez inigualables, nos hicieron oír «otra 1ª», clara y alada. Y no digamos la 5ª: la tan conocida pareció que visitaba nuestros oídos por primera vez: qué grandiosidad de otro mundo, plena de fuerza, pasión, tragedia y gloria. Barenboim aumentó enormemente el instrumentario (¡tantas cuerdas como en Mahler, vientos-madera duplicados!). Un prodigio, una apoteosis, donada por el más «beethoveniano» de los directores de hoy. La Orquesta hará la integral de estas Sinfonías: ¡quien pudiera oirlas todas en vivo!: será antológica, y sólo alcanzaremos a conocerla en disco, ay). Y enmedio, el «Adagio» de Mahler, único movimiento compuesto de la 10ª Sinfonía de su autor: dolor, melancolía, sublime tristeza, aérea, conmovedora... No sabemos si este habrá sido el último concierto en Sevilla de Barenboim con la WEDO; pero, en cualquier caso, su recuerdo será imborrable...

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