Córdoba

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La buena música del dinero privado

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Formaciones de toda España disfrutan del mecenazgo de grandes y pequeñas empresas para su actividad

Día 31/08/2011 - 09.22h

Que las empresas privadas se impliquen en el apoyo a la cultura, y en concreto a la música culta como una de sus grandes manifestaciones, sería una novedad en Córdoba, pero es un modelo desarrollado con éxito en muchas otras ciudades, donde es muy natural que sus orquestas tengan patrocinios estables y esporádicos. Es la continuación histórica del mecenazgo que los poderosos ejercieron con los grandes compositores a partir del barroco. La iniciativa de crear las orquestas es casi siempre pública, aunque pocas se sostienen ya únicamente con sus aportaciones.

Uno de los ejemplos está en la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla (ROSS), la más importante de Andalucía con una plantilla de más de 120 músicos, y a la que sostienen el Ayuntamiento hispalense y la Junta de Andalucía. Como patrocinadores de la temporada de abono 2011/12, la formación titular del Teatro de la Maestranza tiene a dos entidades bancarias: Cajasol y la Fundación BBVA, que realizan una aportación para el mecenazgo de la nueva campaña.

Presupuestos mayores

La ROSS cuenta además como patrocinadores estables con los periódicos de la ciudad, entre ellos ABC de Sevilla, la cabecera más vendida en la capital andaluza. También tiene colaboradores, tanto públicos como privados: la Real Maestranza de Caballería, la Universidad de Sevilla y el Colegio de San Francisco de Paula.

En consecuencia, también su presupuesto es mucho mayor, ya que está por encima de los siete millones de euros, más del doble de la formación cordobesa.

Uno de los modelos que mejor se podrían aplicar en Córdoba, tanto por la forma de gestionarlo como por el tamaño de la ciudad y de la formación, es el de la Orquesta Ciudad de Granada, que sin embargo cuenta con un presupuesto de 4,5 millones de euros que le hace vivir una situación muy desahogada.

Al Ayuntamiento y la Junta se une aquí la Diputación Provincial, que aporta una cifra que suele rondar los 300.000 euros, pero también hay una fuerte presencia de instituciones privadas. Forman el Consorcio Granada para la Música, que sustenta el funcionamiento de la Orquesta y además se encarga de gestionar la financiación que haga que no todo dependa del dinero público. En los últimos años, la aportación de patrocinadores privados ha rondado los 100.000 euros. A la cabeza de este mecenazgo cultural se ha situado Cajagranada, que tiene el estatus de entidad protectora.

Empresas como Cajarural, Cervezas Alhambra y Construcciones Otero actúan de patrocinadores, mientras que una decena de empresas más ejercen de colaboradoras de una formación que, al tener garantizada su viabilidad económica, ya sueña con doblar su número de componentes para ser orquesta sinfónica y puede aspirar a mayores metas. Por lo pronto, su programa de abono tiene catorce conciertos y varias citas extraordinarias más, porque también cuenta con la sede propia que la de Córdoba pide desde hace años.

La implicación es mayor en las zonas más industrializadas de España. Un ejemplo es la Orquesta Sinfónica de Euskadi, que tiene decenas de empresas y entidades privadas como patrocinadoras o colaboradoras, desde bancos y grandes firmas hasta establecimientos de música. Entre ellas se encuentra BBK, propietaria de Cajasur y que podría también hacer lo propio.

La financiación privada no ha entrado todavía en la Orquesta de Córdoba, pese a que algunos de sus conciertos sí han tenido patrocinio. Se trata, por ejemplo, de los organizados por la Agrupación de Cofradías con la participación de la formación sinfónica. Han contado con el apoyo económico de la Fundación Cruzcampo, con lo que se demuestra que muchas entidades pueden mostrar su implicación por la cultura, como espera el Ayuntamiento.

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