Suscríbete a
ABC Premium

Calvo Poyato recrea el asesinato de Prim en su nueva novela

«Sangre en la calle del Turco» (Plaza y Janés) retrata un período convulso en España

Calvo Poyato recrea el asesinato de Prim en su nueva novela RAÚL DOBLADO

ANDRÉS GONZÁLEZ-BARBA

La fría noche del 27 de diciembre de 1870, el general Prim regresaba a su residencia, como hacía todos los días, en el Ministerio de la Guerra. Minutos antes de llegar al Palacio de Buenavista, fue atacado, sufriendo un total de cinco heridas que a la postre causarían su muerte tres días después. Estos y otros acontecimientos más o menos turbulentos de la España de aquella época son recogidos por el historiador José Calvo Poyato en su nueva novela, «Sangre en la calle del Turco» (Plaza y Janés).

Como ocurre en otras obras suyas anteriores, el escritor cordobés vuelve a recrear un suceso histórico muy atractivo con el rigor de un historiador que ha acudido a las fuentes de la época, documentándose minuciosamente: «La novela está escrita en primera persona por un joven periodista, Fernando Besora, que ha vivido los acontecimientos en primera persona». La obra va fusionando la trama histórica con elementos del thriller y de la novela negra.

Calvo Poyato recrea una «época de incertidumbres y de inestabilidad política muy notoria, en donde la principal figura política fue el general Prim». Éste optaba por un modelo de monarquía más moderno, con un papel representativo de la corona, sin intervenir apenas en las cuestiones de gobierno, que competerían a un presidente. «Esa visión de Estado le generó dos modelos de enemigos —comenta—. Prim era un militar monárquico, como la mayoría de los del siglo XIX, que veían en la república un sinónimo de desorden. Por eso, los republicanos quedaron muy decepcionados, a pesar de que él fue uno de los impulsores de la caída de Isabel II. Al querer introducir a una nueva dinastía en España, la de Saboya, se generó también la enemistad de Antonio de Orleans, duque de Montpensier, que había financiado la caída de su cuñada, Isabel II».

Todo este componente histórico lo ambienta Calvo Poyato en una ciudad como Madrid, «un escenario fascinante en donde estaban surgiendo nuevos espacios, como el restaurante Lardi, las tertulias literarias, los cafés... »..

De los cinco presidentes de gobierno asesinados en España en un siglo —Prim, Cánovas del Castillo, Canaleja, Eduardo Dato y Carrero Blanco—, «el único cuya muerte sigue sin resolverse es el de Prim». Además, el autor dice que el gobernador civil de Madrid no tomó ninguna medida para protegerlo: «Como era de noche, no se pudo identificar al asesino, pero sí reconocieron su voz. Hay un diputado republicano, José Paúl y Angulo, que se marchó de España y ya no regresó nunca más. Siempre dijo que él no había matado a Prim, pero fue sospechoso. En el sumario que levantó el juez, un barbero dice que en la víspera del atentado fue llevado a una casa y le afeitó la barba a un individuo que se había pintado el pelo de negro —Paúl y Angulo era pelirrojo—. Esa casa estaba en el número 13 de la calle Relatores, que había alquilado un mes antes el secreatrio de Paúl y Angulo».

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación