Poca errata a la que aplicar «tippex» televisivo en un debate a la altura de las circunstancias. Poca anécdota en el milimetrado espectáculo del «mitin» más multitudinario de la campaña
Día 08/11/2011 - 01.52h
Palabras y palabras, barbas cuidadas y corbatas azules. Armado el uno con un Pilot, el otro con una pluma, Mariano y Alfredo han ido esparciendo papeles por el cuadrilátero a medida que los golpes dialécticos se desplegaban con mejor fortuna de un lado que del otro. Ningún dato más objetivo que este.
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Queda por dilucidar cuánto ha pesado en la batalla el kiwi ligero y sano del almuerzo del socialista, contra el jamón que, junto a un candelabro y una planta de no muy buen ver, adornaban la mesa del segundo en la foto que compartió vía twitter minutos antes del debate.
Todo muy ordenado y pocas cuestiones al azar. Pocas erratas a las que aplicar «tippex» televisivo, en un espectáculo estudiado al milímetro. Pero haberlos haylos. Y son tantas las cuitas en que Rajoy se ha visto envuelto con el todavía presidente del Gobierno, que ni mirando la faz barbada de su actual rival político le salía correctamente su nombre. «Señor Zap…», «Señor Rodr…»…, ha aventurado en un par de ocasiones antes de acertar con el nombre de su interlocutor.
«Tres datillos»
Y eso que al final había que restar peso a la artillería. «Con tres datillos que usted traiga aquí…», le ha reprochado Rubalcaba al santiagués, sorprendido (abrumado a ratos) por la batería de concreciones de Mariano Rajoy.
Mientras, entre los contertulios de diferentes programas informativos, se llama la atención sobre el «interrogador- entrevistador» Rubalcaba o sobre cómo Rajoy ha leído varias de sus alocuciones. Error de bulto, dice el manual del perfecto debate televisivo.
A falta de argumentos pesados, Rubalcaba se ha metido a corrector. «Han redactado el programa del PP de forma ambigua, donde debía decir centrales nucleares, dicen instalaciones».
No le ha ido mejor a Rajoy como geógrafo... Presumiendo de «patear España», se ha llevado a las sevillanas localidades de Cazalla y Constantina a la vecina provincia de Cádiz... Pequeños detalles de un debate serio y a la altura de las circunstancias, que no son otras que una España herida y necesitada de seriedad urgente.