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el buceador

El PSOE busca indentidad

eduardo barba

Bajo el poder de Susana

Más que con la necesaria regeneración interna, el PSOE sevillano comienza el año al contrario, con un ambiente de degradación que amenaza derribo. El creciente poder de Susana Díaz al mando del PSOE-A y la prioridad absoluta de los comicios autonómicos disuelve por completo cualquier intento de ganar presencia a nivel federal de cara a los congresos —la secretaria de Organización se ha distanciado hábilmente de José Antonio Viera, dirigente amortizado y cercado por la Justicia, al que está haciendo el vacío—, por un lado, y aborta de inmediato aventuras del sector crítico, que pretende aprovechar la coyuntura de supuesta reconstrucción para, de una vez, cambiar las cosas. Con Susana al frente, aquí no se mueve un varal. Viera no aparece y el protagonismo de Sevilla, la demarcación clave de los socialistas y casi la única donde resisten al maremoto popular, es mucho menor de lo que dicta el sentido común por el mero hecho de que el secretario provincial ya no le vale a la «número dos» regional. Y en las bases hay demasiado temor a aparecer con nombres y apellidos hasta que no se clarifiquen el panorama y los liderazgos. Entre esos críticos con la dirección andaluza, sólo los firmantes del manifiesto pidiendo retrasar el congreso federal a verano han mostrado el rostro. Alfredo Sánchez Monteseirín, Carmen Hermosín, Luis Yáñez, Luis Navarrete, Guillermo Gutiérrez y poco más. Políticos de vuelta (y que, curiosamente, cargan contra «ese desapego ciudadano», algo que dicho por el exalcalde de Sevilla suena a chiste malo). El que aún quiere ser alguien en el partido espera callado, sin aparecer ni firmar documento alguno, aunque recibiendo reproches de quienes les piden dar un paso al frente. Y así, el relevo generacional real no se produce y sólo se avanza bajo la tutela de Susana.

Modelo por definir

Con esta atmósfera por encima, no es de extrañar que el grupo municipal en la capital hispalense ande absolutamente perdido y disgregado. Su portavoz, Juan Espadas, no sólo da una inquietante sensación de temporalidad sino que parece seguir sin un modelo personal definido. ¿Qué quiere ser? De momento, se limita a emular el método que llevó a su rival Juan Ignacio Zoido a la Alcaldía. Con los mismos gestos y vicios, por cierto, especialmente los «mediáticos». Evidentemente, no le sale. Ni le saldrá. Por pura forma de ser de cada uno. De ahí que desde su propio partido los consejos se encaminen a buscarle las vueltas al regidor apareciendo como algo distinto. Justo lo mismo que hizo Zoido con Monteseirín. Ser otra cosa que la gente pueda ubicar. En este sentido, se señala como una de sus principales carencias el abandono de las siglas, de la marca PSOE, que prácticamente ni se le asocia. Habla más de «la Junta» que de su propia formación. En ese refuerzo del vínculo se trabajará, ahora que «la marca» ya tocó fondo y sólo tiene margen de mejora. Y también se intentará —difícil misión— que esté más acompañado en su grupo municipal, en el que básicamente sólo tiene consigo a Antonio Muñoz y Susana López, en los que apoya casi toda su rutina y confianza. Al resto casi ni se le ve ni se le espera.

Fotos y compromiso

El PP local, entretanto, saborea la Navidad con los deberes de los presupuestos hechos antes de Nochevieja, como prometió, y con la satisfacción de un mes de diciembre de efervescencia en la ciudad. Eso le permite detenerse en detalles menores, incluso de mero protocolo, si bien en ese aspecto le ha surgido a Zoido un comprometido asunto con su habitual presencia en el palco del estadio del Sevilla, equipo del que, además, es seguidor. ¿Es conveniente salir en las fotos al lado del presidente José María del Nido tras ser éste condenado a siete años y medio de cárcel por fraude y malversación de caudales públicos? ¿Es estético para un alcalde por mucho que el sentenciado recurra al Supremo? De eso se ha hablado estas semanas entre los asesores del regidor y la decisión es seguir apareciendo «por una mera cuestión institucional», ya que «mientras sea el presidente del Sevilla, el club merece todo el respeto por parte del Ayuntamiento». La justificación es ese marco «institucional», pero no a todos en el entorno del alcalde gusta la idea y aconsejan que, de ser así, «se limite mucho» esa presencia junto al conocido abogado.

Ni las tres coronas

Los distritos municipales ultiman las cabalgatas de barrio del viernes tras reducir las aportaciones a la mínima expresión en comparación con años anteriores. Podían haberse eliminado, tal y como algunos en el Gobierno local aconsejaban, pero se optó por conservar cierta opción de lucimiento y popularidad. Política es política. Eso sí, el recorte ha sido enorme, como no podía ser de otro modo, especialmente si se analizan los costes de las cabalgatas en la «era Monteseirín». Algunos ejemplos llaman la atención. Como el de Triana, que sacará a la calle el cortejo por unos 30.000 euros cuando han venido costando unos 120.000 con el PSOE. Han pagado las asociaciones, entidades deportivas... y se hará por una cuarta parte del dinero. Y eso que no dieron facilidades los anteriores gestores, precisamente. En este distrito, por ejemplo, han tenido que alquilar las tres coronas de los reyes magos porque —y no es broma— se las habían llevado. Hasta las coronas.

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