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Plata pone en pie de guerra a sus orquestas al obligarlas a pedir subvenciones a la Junta

Dice que es por «transparencia», pero el propio consejero de Cultura tendría que pedirse la subvención a sí mismo en algún caso como el de Granada

Plata pone en pie de guerra a sus orquestas al obligarlas a pedir subvenciones a la Junta J.FLORES

JESÚS ÁLVAREZ

Con el Parlamento disuelto desde ayer y a apenas mes y medio de las elecciones autonómicas, el consejero de Cultura, Paulino Plata, ha puesto en pie de guerra a las cuatro grandes orquestas andaluzas (de las que la Junta de Andalucía es propietaria junto con los ayuntamientos de Sevilla, Granada, Córdoba y Málaga), con su repentino anuncio de obligarlas a tener que pedir, a partir de ahora, «subvenciones» cada año para sufragar sus gastos, en lugar de recibir su financiación anual a través de transferencias corrientes, como hasta ahora. Este nuevo modelo con el que Plata ha decidido poner fin en los «minutos-basura» de su mandato al que ha venido funcionando durante los últimos 20 años en la Sinfónica de Sevilla, la Orquesta Ciudad de Granada, la Sinfónica de Málaga y la Orquesta Ciudad de Córdoba, plantea interrogantes sumamente inquietantes en los responsables de estas formaciones. Uno de ellos es que la ley de subvenciones, de la que pasarían ahora a depender, les impediría recibir

dinero de la Junta si incurren en algún impago a la Seguridad Social o del Irpf, situación a la que se verían abocadas de forma inexorable si se produjera algún retraso en la recepción de las cantidades anuales solicitadas. Sería la pescadilla que se muerde la cola: si la Junta se retrasa en el pago, como viene siendo habitual, las orquestas no podrían pagar pagar las últimas cuotas de la Seguridad Social o Irpf, puesto que carecen de otros recursos para hacerlo, y ese impago coyuntural les impediría legalmente recibir ninguna subvención de la Junta, lo que les conduciría directamente al desastre económico.

Peligro de supervivencia Si tuvieran algún impago de Irpf o a la Seguridad Social no podrían recibir subvenciones públicas

Los problemas financieros que vienen sufriendo las orquestas, tras ver recortadas más de un 30 por ciento sus presupuestos desde el inicio de la crisis, están produciendo dificultades en el pago de las nóminas en alguna de ellas y la necesidad de pedir aplazamientos en el pago del Irpf en otra. Y el nuevo sistema no haría más que agravar estos problemas, además de producir alguna situación surrealista como la de que el propio Paulino Plata, presidente en este momento del Consejo Rector de la Orquesta Ciudad de Granada, tuviera que firmar una solicitud de subvención dirigida a sí mismo como consejero de Cultura y que él debería estudiar, y en su caso, conceder o denegar.

Si la Junta ya no quiere hacer transferencias corrientes a las orquestas por falta de liquidez o simplemente para poder aplazar legalmente sus obligaciones económicas con las mismas (las subvenciones van por una vía más lenta e incluso se pueden denegar, si no cumplen los requisitos), sólo lo sabe el consejero de Cultura, que ayer se limitó a decir en Granada que su decisión responde a «criterios técnicos requeridos por la Intervención General de la Junta y no tiene que suponer ningún retraso en los pagos». No obstante, según Plata, que recordó que la Junta destina 10 millones de euros al año a estas cuatro formaciones, la nueva fórmula «sí obliga a los gestores de los diferentes consorcios a justificar el gasto del dinero que reciben cada año, algo que aportará más transparencia».

La perplejidad que el nuevo sistema ha causado en los responsables de las orquestas les ha hecho presentar escritos de alegaciones en contra, al menos en los casos de Málaga y Granada, según ha podido confirmar ABC. En ellos se recuerda que los estatutos de las orquestas establecen que la Junta aportará el 50 por ciento de su presupuesto y que no se puede tratar de una subvención, puesto que la Junta es copropietaria de las mismas. También insisten en que un interventor de la Junta de Andalucía viene auditando las cuentas de todas ellas desde hace 20 años, antes de aprobarse los presupuestos, y después de hacerlo, con los gastos efectuados con cargo de los mismos. Con el sistema de subvenciones, se dice también en los escritos de alegaciones, se abriría un margen indeseable de arbitrariedad en la consecución y aprobación de los presupuestos de las orquestas.

Se da la circunstancia de que desde el 1 de enero las cuatro grandes orquestas andaluzas dependen por ley de la Agencia de Instituciones Culturales, a pesar de lo cual será la Dirección de Innovación e Industrias Culturales la que gestionará la aprobación de las subvenciones. En las orquestas tampoco nadie entiende esto.

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