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«Galicia apoya a su moda, a diferencia de lo que hace la Junta en Andalucía»

Desde su empresa Doble Erre, Raquel Revuelta lucha por promocionar el sector de la moda y que los certámenes «Andalucía de moda» y «Moda de Sevilla» no se apaguen con los recortes presupuestarios

«Galicia apoya a su moda, a diferencia de lo que hace la Junta en Andalucía» juan flores

maría jesús pereira

—Su vida pública comenzó en 1989 cuando se convirtió en Miss Sevilla. ¿Por qué se hizo empresaria?

—En aquella época viví tres años en Madrid y me di cuenta de que mi futuro profesional no estaba en mis manos, que dependía de una agencia, de los casting... Eso me hacía sentir incomodísima. Por esa razón decidí convertirme en empresaria.

—¿Cómo compagina su empresa con sus trabajos como modelo, actriz o presentadora de televisión?

—Yo doy prioridad a mi faceta empresarial antes que a mi faceta artística, aunque entiendo que ambas se retroalimentan.

—Su primera experiencia empresarial fue en 1991, cuando creó una agencia de azafatas. Imagino que el proyecto de una joven modelo fue recibido con incredulidad.

—El tener un título de guapa oficial ha sido a veces un lastre en mi faceta empresarial por los prejuicios que hay. No sé por qué la belleza está tan denostada en el sector empresarial. Todos conocemos el dicho de «guapa tonta»... cuando la belleza en un empresario es casi un valor añadido.

—¿Le ha costado que la tomen en serio como empresaria?

—Yo le mentiría si dijera que no. Afortunadamente, tengo ya una trayectoria empresarial de veinte años y no tengo que explicar a nadie quién soy y mis proyectos. De hecho, lo que trasciende de mi ahora es más mi faceta empresarial que la artística. Creo que Doble Erre ha aportado mucho al sector de la moda. Comenzó como una agencia de azafatas, guías turísticas y traductores, y ahora tiene un departamento de Comunicación, otro de Moda y la editorial Surrealista.

—Doble Erre organiza el certamen de Miss Sevilla desde hace 18 años. Hay quienes creen que esos certámenes están demodé y huelen a rancio; otros los descalifican por convertir al sexo femenino en floreros.

—Lo que huele a rancio es ese argumento. Las modelos no se sienten floreros. Los diseñadores tampoco nos ven así. Somos un eslabón más en la cadena comercial y de márketing.

—Su inquietud le llevó también a crear la revista gratuita Surrealista, la primera cabecera independiente especializada en la moda del Sur de España, con una tirada de 20.000 ejemplares. ¿La crisis ha tocado de lleno también a esa revista?

—Sí. Los anunciantes están cerrando y después de doce años vamos a aparcar su edición mensual, aunque intentaremos sacar dos números al año. Continuará la edición especial de Flamenco de Surrealista y ahora hemos sacado la edición BBC, dedicada a bodas, bautizos y comuniones.

—Además, participa como accionista en el Spa Aire de Sevilla.

—Fuimos pioneros en recuperar hace más de ocho años la tradición de los baños árabes. Hemos abierto en Sevilla, Barcelona, Almería y a finales de febrero inauguramos en el barrio neoyorquino de Tribbeca. Ese negocio va muy bien, quizá porque con la crisis la gente necesita quitarse el estrés.

—Uno de sus logros fue crear Simof, el Salón Internacional de Moda Flamenca. ¿Qué ha aportado Simof?

—Gracias a esa feria existe el sector de la moda flamenca porque antes era un sector de economía sumergida. Gracias a Simof se dieron de alta los talleres clandestinos, convirtiéndose en profesionales del sector. Simof ha sido un revulsivo para esos modistos, que ahora son diseñadores.

—¿Cómo estaba la moda en Andalucía en 1991 y cómo la ve hoy?

—El sector de la moda estaba absolutamente desestructurado en 1991 porque no existían asociaciones, eventos... Entendí que el reto principal era promocionar y promover la moda en Andalucía porque, de lo contrario, mi empresa no tenía contenido. Por eso monté un departamento de Comunicación y Relaciones Públicas, y así creamos Simof. Ahora, con la crisis y los recortes de la Junta y el Ayuntamiento, no sabemos qué pasará con los desfiles «Andalucía de moda» y «Moda de Sevilla», que también se fraguaron en Doble Erre. En el Ayuntamiento de Sevilla ha asumido la moda la delegación de Cultura, precisamente la que más recortes tendrá. Por otra parte, «Andalucía de moda» se ha suspendido por falta de financiación de la Junta. La moda andaluza vive en una absoluta incertidumbre y tiembla con los recortes y la crisis económica. De hecho, muchos diseñadores andaluces y sevillanos que están reconduciendo sus carreras. Algunos de ellos se han puesto a trabajar para multinacionales de la moda.

—No vemos muchos diseñadores andaluces en las pasarelas españolas, salvo Victorio y Lucchino.

—Bueno, está la cordobesa Juana Martín y el sevillano Antonio García. Además, Daniel Carrasco, Fernando Claro... suenan a nivel nacional. La moda gallega, gracias al apoyo institucional que ha gozado desde antaño, tiene imagen de marca y a sus diseñadores les cuesta mucho menos llegar a una pasarela nacional que a los andaluces, ya que en Andalucía no ha habido cultura de moda ni apoyo institucional. No se puede invertir tres años en un proyecto y al tercer año dejarlo de la mano de Dios porque además pierdes credibilidad en el sector.

—Pues no será porque no ha habido dinero, porque la Junta ha repartido millones a diestro y siniestro a través del «fondo de reptiles».

—Cuando leo esas noticias siento indignación, desesperación, impotencia...No entiendo cómo teniendo un producto como el de la moda flamenca, que se diferencia del resto absolutamente, la Junta no ha explotado. El desfile de lencería de Victoria Secret ha puesto en escena una mujer con una peina gigantesca y una mantilla. Moschino también ha hecho chaquetillas toreras... Vamos, que diseñadores internacionales se están beneficiando de nuestras señas de identidad. Y mientras tanto, la Junta no apoya nuestra moda.

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