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El Betis pierde en Valencia y se olvida del sueño europeo (4-0)

El Betis realizó un pésimo partido en Mestalla y acabó siendo goleado el día en el que el equipo debía demostrar si su hambre le daba para luchar por los puestos europeos

El Betis pierde en Valencia y se olvida del sueño europeo (4-0) afp / José jordan

ramón román

Nadie, absolutamente nadie, se atreverá a echarle en cara al Betis que no haya luchado esta temporada por los puestos europeos. El objetivo, lógico y racional, fue marcado en verano: la permanencia . Pensar en algo más como obligatorio con la plantilla que tiene el conjunto verdiblanco es no ser realista. Pero una cosa es que no se le exija estar entre los mejores y otra que no se critique la falta de ambición con la que saltaron los jugadores cuando tenían por delante la oportunidad para meterse en la lucha por Europa. El Valencia , por clasificación, partía como favorito, pero los de Mel le dieron todas las facilidades y más para que se impusiera en un partido sin hacer prácticamente nada. Porque los verdiblancos saltaron a Mestalla sin intensidad, y lo pagaron muy pronto. Cierto es que los deberes están hechos desde hace un par de semanas, aunque las matemáticas todavía no lo dicen, pero un grupo lleno de jugadores que quieren demostrar que pueden triunfar en Primera no puede permitirse el lujo de no salir a competir. La sensación general que quedó es que el grupo se dio por satisfecho con la consecución de la permanencia y que ya pensaba más en las vacaciones que en el sueño de Europa.

Y es que el sueño duró seis minutos, los que tardó Jonas en adelantar a un Valencia que llegaba en apuros tanto en Liga como en Europa. El conjunto verdiblanco, que salió con la única novedad de Cañas por Iriney , decidió darles el balón a los locales desde el principio para intentar salir a la contra. Se podía jugar con el nerviosismo de los de Emery . Con la presión de Mestalla. Y sobre todo, con la ilusión que debía demostrar un grupo que ya ha hecho los deberes y que tenía la posibilidad de meterse en una pelea que, la verdad sea dicha, no es la suya. Pero la ambición de los de Pepe Mel dejó mucho que desear en la capital del Turia. Porque una cosa es darle la iniciativa al Valencia y otra es saltar al césped a verlas venir. Y es que cuando eso es lo que se hace ocurre lo que se vio durante la primera mitad. Un Betis que se limitó a deambular por el terreno de juego, que nunca se adelantó al rival y que no pasó más apuros porque los locales tampoco estuvieron bien. Pero sí le pusieron más intensidad al principio, lo justo para ponerse por delante en el marcador y utilizar el tanto para, sin apenas hacer nada, jugar muy cómodos los cuarenta minutos restantes. Beñat apenas intervino en la creación de juego, por lo que los de arriba estuvieron desasistidos. De ahí que el primer disparo a puerta de los verdiblancos llegara cinco minutos antes del final de la primera mitad.

Necesitaba una reacción el Betis tras el descanso, y no sólo no la tuvo, sino que salió igual de dormido que en la primera mitad y, encima, fue perjudicado por Muñiz Fernández . Porque el colegiado expulsó a Dorado en el 57 por una acción más que dudosa que, además, comenzó con un claro fuera de juego del Valencia. Los verdiblancos, por tanto, tenían que darle la vuelta al marcador con un hombre menos, lo cual no pudieron hacer. Mel comenzó a hacer cambios, pero casi sin tiempo para asimilar la expulsión llegó el segundo tanto local en una jugada en la que Amaya le dio demasiadas facilidades a Feghouli .

Descomposición general

El tanto y la expulsión descompusieron al Betis, que fue una marioneta en manos de los valencianistas. El centro del campo continuó sin aparecer, el juego ofensivo se redujo a alguna intentona de Beñat y atrás hubo demasiados errores defensivos. Tantos que, en un partido en el que el Valencia jugó a medio gas, el Betis salió goleado y dejando una imagen muy mala. El partido ya se podía dar por perdido tras el segundo tanto, pero los de Mel tenían que intentar no salir ridiculizados de Mestalla , algo que no consiguieron. Los nervios se apoderaron de los defensores béticos, que prácticamente regalaron otros dos tantos a los locales. Ni los laterales ni los centrales supieron poner oposición a un Valencia que aprovechó la superioridad numérica. Y así llegaron los goles de Soldado y Piatti . Incluso hubo tiempo para que Jorge Molina fuera expulsado justo cuando el cuadro valenciano celebraba el cuarto tanto.

Y así se puso fin a un partido que se comenzó con la ilusión de estar en Europa la próxima temporada. Al encuentro y, casi, a la campaña, porque al Betis sólo le quedan materializar matemáticamente la permanencia y el derbi . Poco más, ya que lo de mirar arriba se acabó anoche en Mestalla. Además, si la ambición y la intensidad hasta el final de Liga es la que se pudo apreciar contra el Valencia, pocas alegrías se van a llevar los béticos en el final de una campaña que, eso sí, se debe dar por aprobada al haber conseguido el objetivo.

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