Un libro explica cómo el veneno pudo cambiar la historia
La catedrática de la Hispalense Adela Muñoz Páez analiza los principales casos de envenenamientos
Sócrates, Cleopatra u otros personajes célebres de la historia tienen en común que fueron envenenados, algo que sirvió quizá para engrandecer más su leyenda. Sobre estos y otros protagonistas se centra el libro «Historia del veneno. De la cicuta al polonio» (Debate), que ha sido publicado por Adela Muñoz Páez, catedrática de Química Inorgánica de la Universidad de Sevilla.
Este libro comenzó siendo mucho más científico, conteniendo reacciones, compuestos, grupos de la tabla periódica; sin embargo, tras dárselo a leer a familiares y amigos, la autora decidió hacerlo más divulgativo para atraer a un público más amplio, con lo cual pensó en introducirle el elemento de la historia, «que para el lector es mucho más atractivo». «Yo he escrito hasta ahora artículos sobre química y todo tiene que ser objetivo y razonado, pero en este libro se manifiesta más mi forma de pensar».
Sócrates y Cleopatra
El Papa Alejandro VI pudo ser envenenado por su hijo
Uno de los personajes célebres envenenados fue Sócrates. «Me interesó de él que cómo alguien tan inteligente que no había hecho nada fuese condenado. Pudo escapar pero no lo hizo. En esa Grecia de la democracia sólo tenían derechos los ciudadanos libres o los nacidos en el Ática». El libro también se interesa por Cleopatra a través de los textos de Shakespeare. «Cleopatra no era muy guapa, pero sí muy inteligente. Hablaba muchos idiomas y era versada en economía y geografía. Nos ha llegado de ella una imagen fascinante porque hablamos de una mujer en un imperio en donde podia haber reinas. Parece que ella estuvo probando varios venenos para morir y estar hermosa».
Otro capítulo importante de este libro es el que se detiene en la Italia de los Borgia, una época en la que los nobles manejaban frecuentemente el uso de venenos, algo a lo que no tenían acceso las clases bajas. «Yo creo que Lucrecia Borgia no tuvo ocasión de usar el veneno, pero su hermano César sí que lo usó», dice la autora, a lo que añade que Lucrecia fue una mujer muy inteligente que tenía una gran pasión por la poesía. «Lucrecia sí fue responsable de la muerte de su tercer marido, Alfonso d'Este. Las armas de Lucrecia eran su inteligencia y su capacidad de seducción». En ese contexto de intrigas se dice que el Papa Alejandro VI fue envenenado por su hijo César Borgia, aunque hay otras hipótesis dicen que murió de malaria, un mal endémico que afectó a Roma y que también afectó a César, que sobrevivió por ser mucho más joven.
Preguntada por qué tipo de venenos se han usado más a lo largo de la historia, esta experta admite que «las plantas son las que han sido de un uso más clásico». Entre ellas destaca el acónito, el beleño, el estramonio, la cicuta, etc. Tras el descubrimiento de América se empleó el curare. Un médico sevillano, Nicolás Esteban Monardes, hizo un museo donde puso todas las cosas curiosas que venían de América y ensalzó mucho el tabaco y fue el primero que describió los efectos del curare. «El curare paraba los músculos, pero no el diafragma ni el corazón, por lo que se mantenía la respiración artificial y la persona seguía viva, lo cual fue la base para el uso de los anestésicos para poder operar».
En el libro de esta catedrática de Química Inorgánica también se habla de casos como el de Sonia Cotelle, que falleció envenenada por el polonio mientras lo investigaba en el laboratorio de Madame Curie. Otro caso terrible fue el de Aleksadr Litvineko, que murió envenenado tras ingerir polonio por haber investigado la muerte de la periodista rusa Anna Politkóvskaya.
Otro caso que aparece retratado en el libro fue el de los nazis, que usaron la técnica de la inhalación de gases como arma mortífera para matar a millones de seres humanos.
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