Los barrios se volcaron en las procesiones eucarísticas
El arzobispo y el alcalde de Sevilla participaron ayer en el Corpus Chico de Triana
La solemnidad litúrgica del Corpus Christi se vivió en los barrios de la ciudad de una forma muy especial. Hubo una decena de procesiones de carácter eucarístico recorriendo sus calles. Jesús Sacramentado visitó lugares tan distantes como Nervión, San Isidoro, Santa Genoveva, San José Obrero, Pío XII, Rochelambert o el mismo patio de la Naranjos de la Catedral, en la procesión de la Archicofradía del Sagrario, aunque quizás en Triana y La Magdalena se pudo vivir con mayor intensidad estas procesiones.
Corpus Chico de Triana
El viejo arrabal vive de una forma muy determinada esta procesión. Muchos balcones estaban embellecidos al paso de la comitiva, casi una docena de altares instalados en las calles del recorrido, el olor de juncia y romero se mezclaba con el incienso en un ambiente festivo. Llamó la atención un altar instalado en la calle Rodrigo de Triana, que ganó el concurso que organiza el Distrito . Fueron muchas las personas que asistieron a esta procesión, que contó con la participación de diversas hermandades. Es sin lugar a dudas uno de los días grandes de Triana .
Este año, participó en el mismo el arzobispo de Sevilla, monseñor Asenjo, que presidió la Función Principal en honor de su Divina Majestad en la Real Parroquia de Señora Santa Ana. Su torre centenaria amanecía engalanada. También estuvo presente en la procesión el alcalde de la ciudad, Juan Ignacio Zoido .
La novedad más importante de este Corpus fue la inclusión de un nuevo paso en el cortejo presidido por San Francisco de Paula, titular de La Estrella. En el frontal de su paso, cedido por el convento del Santo Ángel, llevaba una reliquia del Santo.
Además de este paso, se incluyeron en la comitiva los pasos presididos por el Niño Jesús, Santa Justa y Rufina, la Inmaculada y la portentosa Custodia, de Andrés de Ossorio del año 1712. Las bandas de San «Juan Evangelista» y de «Las Tres Caídas», junto con la banda de música «Santa Ana» de Dos Hermanas pusieron los sones musicales de este Corpus.
Sobriedad
A las diez menos cuarto de la mañana se inició la procesión del Corpus de la Real Parroquia de Santa María Magdalena, que recorrió las calles de su feligresía y que cambió el itinerario respecto al del año pasado. Contó con la participación de las hermandades de este barrio. La hermandad sacramental cuida cada detalle de la misma, circunstancia que se ve reflejada en la comitiva. Muchos de sus hermanos acompañan a su Divina Majestad de chaqué. La sobriedad y el buen gusto es una constante en la procesión.
La banda de Tejera fue el acompañamiento musical, que interpretó un cuidado repertorio, tras el paso del Dulce Nombre de Jesús, primero del cortejo, que incluye, además, la Inmaculada y la Custodia, que iba acompañada del coro parroquial. Hubo varios altares instalados por el recorrido, destacando los situados en la calle Gravina, Plaza del Museo de la familia Bellver y de la Quinta Angustia.
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