Otros rascacielos en Europa apoyan las tesis de la defensa
Colonia estuvo en la lista, salió cuando se comprometió a no hacer más torres
Todo apunta a que, tal y como demandó el alcalde, Juan Ignacio Zoido , por una vez las tres administraciones públicas, Estado, Junta de Andalucía y Ayuntamiento irán de la mano a defender los intereses de Sevilla ante la Unesco . El objetivo, aunque por circunstancias diferentes -la Junta apoyó el proyecto de la torre y el Gobierno municipal no pero no quiere que Sevilla entre en la lista negra del patrimonio mundial-, es el mismo: lograr que la Catedral , el Archivo de Indias y el Real Alcázar se libren del estigma de aparecer como monumentos en riesgo. Hasta ahora no se han dado a conocer cuáles serán las claves de la defensa, pero parten con dos bazas: la primera que si uno se coloca en la zona monumental donde se agrupan los edificios señalados la torre ni se vislumbra ; la segunda, que en otras ciudades se han ejecutado proyectos polémicos cerca de monumentos y eso no ha supuesto su inclusión en la lista de patrimonio de la Humanidad en peligro.
En este último caso hay casos que pueden servir de ejemplo. En Baku , la capital de Azerbayan , con su casco histórico declarado patrimonio de la Humanidad, hay en marcha un proyecto denominado «Ciudad Blanca» que incluye tres rascacielos, el mayor alcanza los 235 metros de altura; todos estarán rodeados por lámparas led que iluminarán la noche de la ciudad.
La torre Agbar de Barcelona está apenas a unos metros de la Sagrada Familia y Londres se encuentra en una situación similar a Sevilla, pues la ejecución de la Torre de Land , que con 310 metros sería el rascacielos de Europa, amenaza con incluir a la Torre de Londres en la lista de patrimonio en riesgo frente a la que se alza desde 1999 la famosa noria London Eye .
El caso de Colonia puede favorecer a Sevilla. La construcción de varios rascacielos - como la Kölutorm que alcanza los 148 metros de altura y está sólo 1.200 metros de su catedral- hizo que la ciudad estuviese durante unos años en la lista de patrimonio mundial en peligro, pero el compromiso del Gobierno de la ciudad de no permitir más, logró que la sacaran de ella.
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