EN EL MES DE NOVIEMBRE
Dani García abre local en Nueva York
Llevará por nombre «Manzanilla» y ofrecerá platos «norteamericanos» con productos españoles

El chef Dani García es de mente inquieta. Su creatividad culinaria está en constante ebullición, no descansa, y si el talento entra en colisión con su agudeza empresarial, el resultado es «Manzanilla», la marca con la que hará su presentación en sociedad en Nueva York a partir de noviembre y en la que hoy reconvierte «La Moraga» del centro de Málaga, pionero de los gastrobares de todo el país y el único con esta etiqueta que sigue bajo el control del cocinero junto al «Calima» de Marbella, restaurante que atesora dos estrellas Michelín, y el «Milmilagros», un bistroc que su impulsor define como una locura.
Aún a riesgo de parecer «cursi o romántico», confiesa que le preocupaba abrir un local con su firma en la Gran Manzana y no tener uno igual en Málaga. Han sido esos «motivos sentimentales» los que le han llevado a inaugurar antes en la Costa del Sol y por eso nace «Manzanilla» en calle Fresca. Prueben a decir la palabra en inglés para averiguar por qué ha elegido este nombre. Ha sido por la sonoridad y, sobre todo, porque «suena a Andalucía». A él le gusta explicar que con su nuevo proyecto tiende «un puente gastronómico» entre Málaga y Nueva York, porque los locales de ambas ciudades no serán exactamente gemelos, pero sí muy parecidos.
«Manzanilla» de aquí continuará con su esencia de bar de tapeo y la carta se ha dividido en dos partes. «Las tapas de ida… De AGP a JKF», con las propuestas más de la tierra, malagueñas y andaluzas, y donde seguirán presentes su archiconocido gazpacho de cerezas, la ensaladilla rusa y el ajoblanco, ahora con un toque de higo. Los clientes podrán elegir tres de sus favoritas para ayudar a confeccionar el menú del local de Nueva York, una iniciativa que cuenta con la colaboración de cervezas Victoria y que permitirá al ganador viajar con el chef a la ciudad de los rascacielos.
Luego están «Las tapas de vuelta… De JFK a AGP’» con una influencia más norteamericana y neoyorkina, pero con un toque diferente y con muchos matices andaluces. «Nueva York es una ciudad increíble, pero no sólo porque es muy cosmopolita, sino a nivel gastronómico», apunta el cocinero. ¿Y qué propone aquí? Por ejemplo, un hot dog, pero de pringá de cocido; o un taco-tapa de costilla ibérica con salsa barbacoa; o su famosa burguer bull, una deliciosa hamburguesa de rabo de toro.
«Manzanilla NYC» abrirá en noviembre, en cuanto termine la temporada del «Calima». Ubicado a sólo cinco minutos del emblemático Flatiron, el local está ahora en obras y cuenta con 600 metros cuadrados distribuidos en dos plantas. El estudio de arquitectura encargado de su reforma es el de Meyer Davis, responsable del diseño de un buen puñado de conocidos restaurantes neoyorkinos.
El de N. Y. compartirá tapas con su hermano malagueño, pero el concepto que le va como un guante es el de «spanish brasserie·, es decir, su oferta gastronómica será neoyorkina, pero con productos y esencia españoles. Un proyecto de enjundia con el que el chef marbellí se confiesa muy ilusionado. Más que nunca, afirma.
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