Un libro resume y ensalza la aportación de Antorcha de Paja

CÓRDOBA Actualizado: Guardar
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De 1973 a 1983. Las fechas son importantes, sobre todo si pasan tantas cosas y la vida cambia tanto como en estos diez años. La poesía no está al margen de la sociedad que la hace posible y en aquellos años Córdoba volvió a centrar una parte de la literatura más interesante y sobre todo más independiente de su época, con repercusión en toda Andalucía y España.

Aunque nunca se ha dejado de hablar de la revista Antorcha de Paja, sobre todo por quienes llegaron después que ellos, ni se ha olvidado la aportación de autores como Francisco Gálvez, Rafael Álvarez Merlo y José Luis Amaro, un libro recoge ahora su legado poético, su historia y sobre todo algunos de los textos que intercambiaron con los mejores autores de su época.

El libro se titula «Antorcha de paja. Heterodoxia y canon en la poesía española durante la transición», y en él Juan José Lanz ha hecho posible ahora recuperar y estudiar el legado de este grupo poético, sustentado en una revista que entre aquellos años quiso ofrecer una forma de escribir lejos de la ortodoxia impuesta por la resaca de los Novísimos, con cuyos miembros sin embargo mantuvieron lazos de amistad y de correspondencia los promotores de «Antorcha de paja». La editorial Devenir ha publicado este estudio en el que Juan José Lanz comienza hablando de los autores y de su obra y hace un recorrido por su obra poética, pero que también incluye un interesante apéndice documental.

Este apartado tiene fotografías e imágenes de la revista y reproduce algo muy valioso para los amantes de la poesía: las cartas que a «Antorcha de paja» y a sus autores enviaron grandes poetas de la época: consagrados absolutos como Vicente Aleixandre y Jorge Guillén y jóvenes entonces, aunque ya con una obra interesante, como Luis Antonio de Villena o Antonio Colinas. No son, como explicó Lanz, cartas para salir al paso donde uno dice «que el libro ha gustado mucho», sino que sus autores muestran con toda valentía sus ideas, lo que las hace dignas de estudio.

La heterodoxia fue una de las palabras que más se repitió en la presentación de ayer. No sólo en el título, sino también en la poética de un grupo que recogía la herencia que había dejado la revista «Cántico» 25 años antes, con la salvedad de que entonces este grupo estaba silenciado, y por supuesto con una estética distinta aunque con el mismo sentido de la independencia.

Así lo explicaba Francisco Gálvez, que contó cómo Guillermo Carnero sólo escribiría sobre «Cántico» en 1975, cuando la revista «Antorcha de paja» ya llevaba dos años en la calle.

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