El Gobierno de Andalucía, en estado de letargo también con Susana Díaz

Casi ocho meses después de que Susana Díaz tomara posesión de su cargo de presidenta de la Junta, el Ejecutivo andaluz mantiene en la presente legislatura la misma situación de atonía que en la etapa de su antecesor, José Antonio Griñán.

Desde septiembre del pasado año, el Gobierno bipartito PSOE-IU sólo ha remitido al Parlamento un único y genuino proyecto de Ley, el de Transparencia Pública de Andalucía, y asimismo ha avalado la tramitación de una proposición de ley de atención integral a las personas transexuales, presentada conjuntamente por PSOE e IU. Ambas iniciativa son las que en estos momentos se encuentran a la espera de que se den los últimos pasos para recibir la luz verde definitiva en la Cámara autonómica

Superado el ecuador de la legislatura, semana tras semana las sesiones del Consejo de Gobierno, salvo contadas excepciones, incluyen cuestiones de mero trámite: nombramientos, subvenciones, declaración de monumentos o sanciones. Trufados con estos asuntos, de forma esporádica se aprueban puntos de mayor enjundia informativa, a través de la socorrida fórmula del decreto, como son los planes de lucha contra el paro la exclusión social, el anuncio de expropiaciones para evitar deshucios o la simplificación de trámites para impulsar la actividad económica.

El reflejo en el Parlamento de la actividad de la Junta en elocuente. En lo que va de legislatura se han aprobado diez leyes. Dos de ellas son clásicas y obligadas, la de los presupuestos de los años 2013 y 2014. En junio de 2012 vieron la luz las dos primera normativas, la ley de medidas fiscales, administrativas y laborales para el reequilibrio económico-financiero, y la modificación de la ley de la Administración de la Junta.