El SAS guardó en el cajón 800 millones de euros en facturas

En doce meses, la Junta de Andalucía acumuló 1.130,83 millones de euros en facturas pendientes de pago a proveedores por compras y contratos realizados sin la autorización del interventor. De esta cuantía, el mayor importe (800,35 millones) correspondía a facturas guardadas en los cajones del Servicio Andaluz de Salud (SAS) durante 2013, después de que la agencia pública recibiera una doble ración de financiación estatal para saldar sus deudas. Estos datos aparecen en el informe de fiscalización de la cuenta general de la Junta de Andalucía de 2013 (el último ejercicio presupuestario cerrado) elaborado por la Cámara de Cuentas de Andalucía y publicado recientemente.

La auditoría revela que la táctica de los hospitales y centros de salud de guardar las facturas de los proveedores de medicamentos y material sanitario se ha convertido en una costumbre para la gestión de uno de los servicios bandera del Gabinete de Susana Díaz. La dirigente socialista, que está pendiente de su investidura como presidenta tras las elecciones autonómicas, gobierna la Comunidad desde septiembre de 2013.

El SAS siguió adquiriendo gastos millonarios sin cobertura presupuestaria justo después de haber vaciado sus cajones. En 2012 liquidó una montaña de 792.826 facturas que sumaban 2.966,9 millones de euros gracias a dos planes del Ministerio de Hacienda.

En 2012 la agencia sanitaria saldó deudas por un montante de 2.252,77 millones acogiéndose al mecanismo extraordinario de pago a proveedores, una línea de crédito creada por el Ejecutivo de Mariano Rajoy para aliviar la elevada morosidad de las administraciones. Los 714,15 millones restantes en facturas sin control del SAS fueron endosadas al Fondo de Liquidez Autonómica (FLA) que Hacienda puso a disposición de las comunidades para afrontar los vencimientos de su deuda. Al año siguiente volvió a recurrir a ambos planes para abonar gastos realizados sin cobertura presupuestaria.

Después de haber puesto a cero sus deudas, trece agencias de la Junta de Andalucía comprometieron más dinero público del que tenían asignado en los presupuestos de 2013. «Todas las agencias, a excepción de la Agencia Tributaria de Andalucía, han utilizado la cuenta 409 de acreedores por operaciones pendientes de imputar al presupuesto», advierten los auditores que han fiscalizado las cuentas autonómicas.

Como consecuencia, la denominada «cuenta 409», como se conoce en el argot contable a aquella partida que recoge todas las facturas impagadas «pendientes de aplicar al presupuesto», contabilizó 816,77 millones de euros, en su mayor parte correspondientes a deudas sanitarias y farmacéuticas. Después del SAS, el Servicio Andaluz de Empleo es el órgano que acumulaba más gastos sin control: 9,39 millones. Le sigue la Agencia de Gestión Agraria y Pesquera (Agapa), que arrastraba facturas por importe de 4,29 millones de euros.

De la cuantía total en facturas sin respaldo presupuestario, 314,06 millones corresponden a las distintas consejerías y 816,77 millones a las agencias autonómicas, tanto administrativas como de régimen especial.