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Díaz llama al PP y recela de un pacto general de PSOE y Podemos

Advierte a Ferraz de que no quiere acuerdos a favor ni contra nadie, reclama autonomía y medita respetar la lista más votada en los ayuntamientos

Díaz llama al PP y recela de un pacto general de PSOE y Podemos josé ramón ladra

juan j. borrero

La frase más repetida por Susana Díaz durante la campaña a las elecciones andaluzas se le ha vuelto en contra: «Ni con el PP ni con Podemos». Los resultados electorales de andaluzas y municipales y las negociaciones mantenidas hasta la fecha para desbloquear su investidura obligan a Díaz a abrir cuanto antes todas las alternativas para gobernar.

A pesar del indisimulado interés de Juan Marín, portavoz de Ciudadanos, por facilitar la investidura con el apoyo de sus nueve diputados, Albert Rivera mantiene su compromiso y no admitirá acuerdos en tanto Manuel Chaves no deje su escaño o bien Díaz se lo reclame.

Para eso habrá que esperar a que el Supremo resuelva sobre los expresidentes de la Junta, pero eso puede demorarse más allá de junio a tenor de las nuevas pruebas requeridas por Griñán y Zarrías. No hay tiempo y el nuevo mapa político surgido de las municipales abre nuevas posibilidades, concretamente dos: «con Podemos o con el PP».

El secretario general de los socialistas, Pedro Sánchez, informó ayer en Ferraz a Susana Díaz del acercamiento cada vez más evidente con Podemos. La formación de Pablo Iglesias difundió ayer un comunicado con la posición sobre negociaciones postelectorales en el que asegura que con tal de desbancar al PP «hay que llegar a acuerdos puntuales de investidura» que no impliquen compromiso de gobierno.

La secretaria general de Podemos en Andalucía, Teresa Rodríguez, recurría a Halloween para un símil: «Entre muerte (PP) y susto (PSOE), preferimos susto», pero descartaba otro tipo de pactos municipales que impliquen gobierno «porque el PSOE arrastra una pesada mochila y sabemos muy bien lo que le pasa a las formaciones que han formado gobierno con los socialistas», dijo en una clara alusión a IU y PA.

Para Podemos, el PSOE ha dejado de ser casta y en Madrid hay expectativas para acuerdos puntuales anti-PP que Ferraz está dispuesto a bendecir con tal de recuperar espacios de poder de cara a las Generales de otoño. De posibles pactos entre ambos partidos dependen los gobiernos autonómicos en la Comunidad Valenciana, Castilla-La Mancha, Extremadura, Asturias o Aragón, pero también un importante número de alcaldías, como la de Madrid, Zaragoza, y en Andalucía Cádiz, y Sevilla, entre otras.

No es un secreto que a Susana Díaz no le gusta ese acercamiento a Podemos. Considera que condiciona su hoja de ruta política. Y entiende que Podemos pone «líneas rojas» al PSOE en sitios donde tiene que apoyarle, pero «pide cheques en blanco en aquellos sitios donde creen que pueden gobernar».

A la salida de la reunión con Pedro Sánchez, Susana Díaz fue bastante elocuente: «Lo que no podemos hacer nunca es estar enfrente, contra nadie, ni a favor de nadie, ni ser los escudos frente a nadie, ni ser la pasarela para otros. Si somos capaces de hacer eso bien, estaremos respondiendo a la confianza que han depositado los votantes en el PSOE».

Reivindicando autonomía

Díaz reivindicó ante Sánchez su autonomía y quiere dejar claro que su proyecto político huye de los planteamientos extremos de las fuerzas situadas a la izquierda del PSOE. Y no dudará en defender dentro del partido esa posición ideológica enfrentándola a la de la dirección federal que, según Díaz, no le trasladó ayer ninguna «línea roja», pero que ha marcado públicamente como límite acuerdos con Bildu y el PP.

A esa misma hora, el presidente del PP-A, Juanma Moreno, desvelaba en Carmona que el lunes le llamó Susana Díaz para hablar sobre su investidura y sobre la situación de los ayuntamientos de la comunidad tras las municipales.

Moreno no concretó detalles de la conversación pero dijo que Díaz le pide al PP-A lo mismo que este partido le pide a ella, «que respete la lista más votada». «Si nos lo exige en la Junta, tiene que hacerlo ella también en los ayuntamientos porque es lo sensato, equilibrado, justo y entendible, y ahí nos podemos entender». Tanto, que Moreno reconoció ayer que la posición de su partido en torno a la investidura es «susceptible de cambios» en función de la posición que adopte el PSOE.

Distintos secretarios provinciales han planteado a Moreno que la clave de la negociación con el PSOE debe tener como criterio único el respeto a la lista más votada en todas las intituciones.

A falta de apoyos políticos, la presidenta en funciones recibió ayer el del actor Antonio Banderas quien cree que Díaz debería gobernar por ser la más votada, al igual que de la Torre debe seguir siendo alcalde de Málaga. «Nos estamos enfrentando a una serie de pactos por detrás que van a lanzar fuera a aquellos que han sido más votados», y aunque eso es legítimo, «después la gente lo puede leer de otra manera y en las siguiente elecciones decir ‘pues ahora vais a pagarlo’». Una película muy vista, sin ir más lejos, en el Ayuntamiento de Sevilla.

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