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Profesionales sanitarios temen un aumento del cierre de camas

El pasado verano quedaron fuera de servicio unas 3.000 y este año se podría incrementar esa cifra en al menos un 10 por ciento

Profesionales sanitarios temen un aumento del cierre de camas abc

JOSÉ CEJUDO

Este año no será una excepción en la política de precariedad laboral y de cierre de camas hospitalarias y quirófanos en los meses estivales por parte del Servicio Andaluz de Salud (SAS), incluso puede ser mayor en un diez por ciento de media con respecto a 2014. La renovación de contratos al 75 por ciento de sueldo y de jornada a un personal para sustituir a quien trabaja al cien por cien se traducirá en una merma en la atención a los pacientes, según auguran los profesionales sanitarios. La Consejería de Salud, que no utiliza el término «cierre» sino el de «reserva», aún no ha dado a conocer el plan asistencial de vacaciones, en el que se incluyen, entre otros aspectos, el refuerzo de los centros de atención primaria en las localidades costeras. Y en cualquier caso, fuentes del departamento que dirige María José Sánchez Rubio se sorprenden de que se hable de cifras cuando todavía no se ha completado el organigrama. En el verano de 2014 se cerraron, o reservaron, unas 3.000 camas de hospital, con el argumento de que en esta época del año baja la demanda.

«La situación va a ser la misma de todos los veranos, pero con un diez por ciento más de cierre de camas», sostiene en declaraciones a ABC el secretario general del Sindicato de Enfermería Satse, Francisco Muñoz.

«Sabemos que habrá una reducción en los contratos de vacaciones. El SAS lo justifica diciendo que al incrementarse la jornada de los eventuales estructurales (con contratos de larga duración) del 75 por ciento al 100 por cien, hace falta menos volumen de sustitución», una explicación que no satisface al Sindicato de Enfermería. «Creemos que puede haber una reducción del 10 por ciento, y en algunos centros puede ser incluso mayor», advierte Francisco Muñoz.

La repercusión en el cierre de camas hospitalarias y de otros servicios es equivalente. «El conflicto va a ser el de todos los veranos, pero con un 10 por ciento más de cierre este año, o incluso algo mayor. Así de claro», insistió el secretario general de Satse.

«A mí no se me olvida que el problema está en el recorte general que ha habido en todo el Estado en los servicios públicos, pero también es cierto que los compromisos de mejora de la Junta se han ido retrasando, y entendemos que no es normal».

Muñoz se refirió en este sentido a la promesa de que se iba a recupera en mayo para los eventuales no estructurales (que son contratados para cortos periodos de tiempo) el cien por cien de sueldo y jornada. «La gente ya no se lo cree, y yo el primero. Que me anuncien ahora que el 1 de diciembre van a estar reconvertidos me parece estupendo, pero lo compraré cuando lo vea».

Incumplimientos

Javier Martínez, responsable del área de Sanidad de CSIF-A, entiende que si las sustituciones que se van a hacer para el plan de verano están al 75 por ciento, «habrá un 25 por ciento menos de mano de obra, y eso repercute en el cierre de camas». Este sindicato ha denunciado que el SAS vuelve a contratar en esas condiciones incumpliendo los compromisos contraídos por la propia presidenta de la Junta.

Según el responsable del sector de Hospitales del Sindicato Médico Andaluz, Rafael Carrasco, «nosotros siempre hemos estado en desacuerdo absolutamente con los contratos al 75 por ciento, salvo en el caso de que se hagan para sustituir trabajos parciales. Si una persona pide una reducción de jornada al 50 por ciento para cuidar a su hijo, es evidente que hay que contratar a alguien al 50 por ciento».

Pero si un profesional que trabaja al 100 por cien se va de vacaciones, como es el caso de los meses de verano, el sustituto debe tener «las mismas condiciones. De lo contrario mermamos los efectivos», indicó.

El SAS, por tradición, nunca admite el «cierre» de camas y utiliza el término «reserva», lo que no deja de ser un eufemismo, resalta Rafael Carrasco. «Se cierran muchas camas, del orden de un veinte o un treinta por ciento de las que habitualmente hay en un hospital. Nosotros –advierte– no somos unos insensatos ni unos kamikazes y es evidente que hay situaciones en las que uno tiene que gestionar sus recursos y yo podría entender que se tomara una medida así en el caso de que la demanda cayera de forma importante. Pero tampoco es el caso».

Según Carrasco, «tenemos unas listas de espera nada saneadas. Todas están sobrepasadas. Bueno, como dice el SAS, al límite. Y si están al límite no se pueden parar durante dos meses».

«El argumento de que el personal sanitario se tiene que ir de vacaciones y que no hay para sustituirlo, a lo mejor podría valer en la época de pleno empleo, pero hoy en día no estamos en esa situación. Hay mucha gente demandando trabajo», enfatizó.

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