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factura fiscal

¿Por qué los andaluces pagan más impuestos?

Cobrar un sueldo, recibir una herencia o escriturar una casa seguirá costando más que en la mayoría de autonomías pese a la rebaja de tributos anunciada por la Junta de Andalucía

¿Por qué los andaluces pagan más impuestos? EFE/Paco Puentes

antonio R. VEGA

Recibir una herencia, cobrar un sueldo, llenar el depósito del coche, escriturar la compra de un piso o el rutinario gesto de abrir el grifo sale más caro a efectos fiscales en Andalucía que en la mayoría de autonomías. Los residentes en esta comunidad comparten con los catalanes el dudoso privilegio de vivir en uno de los territorios donde más impuestos se pagan. La fiscalidad autonómica está a años luz de Madrid, que tiene los gravámenes más bajos en España. Susana Díaz ha anunciado una rebaja de dos puntos en el tramo autonómico del IRPF de cara a 2016 para rentas de hasta 60.000 euros y la devolución del tramo autonómico del impuesto de hidrocarburos, que afectará a todos los transportistas. A pesar de estas promesas lanzadas en plena precampaña electoral, Andalucía no abandona el pelotón de cabeza de España en la factura de impuestos . Junto con Cataluña y Galicia, fue la única comunidad que no adaptó su tarifa a la bajada de la parte estatal del impuesto que más repercute en el bolsillo de los trabajadores de resultas de la reforma fiscal que el Gobierno central aplica desde este año.

Los sucesivos gobiernos socialistas han ejercido su capacidad legislativa para aumentar impuestos cedidos total o parcialmente por el Estado ( IRPF, Patrimonio, Sucesiones, Actos Jurídicos y Transmisiones Patrimoniales ) y para crear sus propios tributos, tasas y contribuciones. Éstas son las desigualdades de trato fiscal que soportan los residentes en Andalucía, según el informe «Panorama de la fiscalidad autonómica y foral de 2015» elaborado por el órgano especializado en asuntos fiscales del Colegio General de Economistas, que compara los tributos en las regiones:

Impuesto sobre la Renta: mismo sueldo, distinto trato

El IRPF es el impuesto que grava el dinero que gana cada persona. Las comunidades tienen competencia para modificar la escala autonómica del tributo, dado que tienen cedida la recaudación del 50% del mismo. El tipo mínimo estatal se sitúa en el 20%. Madrid, Baleares, Canarias o Castilla La Mancha lo han rebajado al 19,5%, pero los contribuyentes andaluces y catalanes pagan este año el 22%, por encima del resto de residentes en España . Andalucía, junto con Cataluña y Asturias, lidera el ránking de los marginales más altos, un 49%. ¿Cómo se traducen estas diferencias a la hora de hacer la declaración de la renta? El sueldo medio de quienes trabajan en España es de 22.697 euros , de acuerdo con la encuesta de estructura salarial publicada por INE con datos de 2013. Un contribuyente soltero que viva en Andalucía y sin hijos con un sueldo bruto medio tendrá que pagar una cuota de 3.216,6 euros en el IRPF. Es la cuota más elevada de España , honor que comparte con gallegos y catalanes. Abona 225,4 euros más que un madrileño que gane igual; 203,5 euros más que un cántabro o un manchego y 100,5 euros más que un extremeño.

Sucesiones y donaciones: el sobrecoste de heredar

No es lo mismo heredar inmuebles de un familiar fallecido en Andalucía que hacerlo en Aragón, Madrid o Cataluña. En Andalucía están exentos de este tributo los bienes que recibe un hijo, cónyuge o padre cuando el valor de los bienes después de aplicar las reducciones (base imponible) no supera los 175.000 euros. Andalucía encabeza las regiones españolas con el impuesto de sucesiones más costoso en todo lo que pase de la citada cuantía. Es en este tributo donde se pone más de manifiesto la España asimétrica a efectos fiscales.

Un contribuyente soltero que hereda bienes valorados en 800.000 euros de su madre (de los cuales 200.000 euros corresponden a una vivienda) tendrá que abonar 164.049 euros en Andalucía por aceptar el legado, lo mismo que en Murcia. En cambio, la carga fiscal se reduce a 1.586 euros por hacer el mismo trámite en Madrid, 9.796 euros en Cataluña y 55.180 euros en Galicia.

Otro paradigma de la disparidad es el impuesto sobre donaciones . Un hijo de 30 años que recibe de su padre de 800.000 euros en efectivo sin un destino específico y sin que tenga ninguna discapacidad, debe desembolsar 208.159 euros en Andalucía , la cuota más alta en España. En Madrid y Castilla-La Mancha abonaría 2.000 y 10.006 euros, respectivamente.

Transmisiones Patrimoniales: compras de pisos y coches usados

Este impuesto grava la compraventa de viviendas de segunda mano, plazas de garaje o coches usados . Un contribuyente que adquiera un piso de 150.000 euros, abonará 12.000 a la Consejería de Hacienda , el 8 por ciento. A diferencia de lo que sucede en los anteriores casos, Andalucía se mueve en márgenes más parecidos a los del resto de regiones. En Cataluña, Galicia y la Comunidad Valenciana se pagan 15.000 euros. Madrid, Canarias o Aragón, en cambio, son territorios más atractivos en términos fiscales para comprarse una casa, porque pagan entre el 7 y el 6 por ciento.

Actos jurídicos: hipotecarse también tributa

A la hora de firmar una hipoteca uno de los impuestos que se pagan es el de Actos Jurídicos Documentados, que afecta a los documentos notariales e hipotecarios que acarrea la compra de una vivienda nueva. En Andalucía, el tipo que se aplica con carácter general es del 1,5% del coste del crédito hipotecario . A efectos prácticos, significa que un comprador de una casa a estrenar de 150.000 euros que no vaya a convertirla en su vivienda habitual tendrá que pagar por escriturarla 2.250 euros. De nuevo, el coste más elevado de España, que también se aplica en Cantabria, Cataluña o Valencia.

Si pide un préstamo de 450.000 euros, este trámite le saldrá por 6.750, el doble de lo que le cuesta a un madrileño o un canario (3.375 euros) y 1.350 euros más del gasto que acarrea la misma operación a un asturiano, balear o extremeño.

Los jóvenes menores de 35 años o discapacitados ven rebajada la factura al 0,3 por ciento van a destinarla a vivienda habitual y su valor no supera los 130.000 euros.

Bolsas de plástico, tierras sin usar y otros tributos propios

Las bolsas de plástico de un solo uso, la emisión de gases a la atmósfera, la depuración de aguas o los vertidos al mar o las tierras infrautilizadas... La crisis ha avivado la inventiva. Andalucía ha aprovechado su competencia para crear nuevas figuras impositivas con un claro barniz ideológico. Con ocho impuestos propios -dos de ellos sin efecto-, la andaluza es la segunda autonomía tras la catalana que más ha usado este recurso para alimentar las maltrechas arcas. En 2014, recaudó 173,2 millones de euros por esta vía. Obliga a pagar un impuesto de 5 céntimos de euros a los comercios por cada bolsa de plástico que suministran a sus clientes. En 2010 la cuota será de 10 céntimos. El tributo más rentable es el canon del agua para mejora de infraestructuras hidráulicas que le ha reportado 88,5 millones.

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