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MUNICIPAL

El cura corta la luz a la oficina de turismo

Solventados los problemas técnicos en la iglesia de Las Salinas que llevó a la Junta a clausurar la instalación, ahora es el párroco el que impide su apertura

R. P.

A las empresas Buceo Almería y ZonAktiva le crecen los enanos con la oficina de turismo de Las Salinas de Cabo de Gata. El Ayuntamiento de Almería les concedió el contrato para la explotación de este centro de información, pero la Junta de Andalucía impedía su apertura por la existencia de unos defectos técnicos.

En concreto, no contar con un teléfono público y ser 1,2 metros cuadrados más pequeña que el espacio mínimo exigido para que sea «homologable». Las negociaciones entre administraciones y empresas permitieron hace unos días alcanzar un acuerdo, por el que se requería una declaración responsable de utilidad para dar el visto bueno. Con todos los papeles en regla los empresarios lo tenían perfectamente dispuesto para iniciar la actividad, pero se han encontrado con otro escollo.

No tienen luz. La oficina se abastece de la electricidad que para la iglesia de Las Salinas genera un conjunto de placas solares, a tenor de que la sede municipal se encuentra en su cripta. El párroco del templo sólo da misa los domingos y para evitar quedarse sin suministro cuando acaba con su oficio religioso baja el interruptor y no lo vuelve a subir hasta una semana después. Esto provoca que a la oficina no llegue cooriente eléctrica.

El Ayuntamiento de Almería está en conversación con el Obispado para intentar solucionar este conflicto. Fue el Consistorio el encargado de sufragar los 100.000 euros que costó la rehabilitación del inmueble religioso, que volvió a tener actividad en septiembre de 2012. En el convenio suscrito, el Obispado se comprometía a ceder al la administración local una estancia, que no está comunicada con el templo, y a la que se accede por uno de los laterales exteriores del inmueble para que en ella se habilitara una oficina de turismo, en la que tendrían cabida exposiciones y otras actividades turísticas.

Sin embargo, al cortar el párroco el interruptor principal, que queda dentro del templo y al que no tienen acceso los representantes de las empresas concesionarias, no hay suministro eléctrico para poner conectar equipos de ventilación y climatización para hacer más llevadero el sofocante calor que durante estas fechas hace en su interior. La única luz que ilumina esta estancia es la que entra por una ventana, que en días de fuerte viento hay que cerrarla. Si el Obispado y el Ayuntamiento encuentran una solución con urgencia, los turistas que durante estos días de verano busquen información se van a dar con la puerta de la oficina en las narices.

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