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Picardo busca apoyos para levantar su pequeña Dubai en Gibraltar

Las autoridades del Peñón necesitan estrechar sus relaciones con Cádiz para lograr un clima social favorable al proyecto

Imagen del lado este del Peñón, donde se levantará la iniciativa urbanística Blue Water AFP / JORGE GUERRERO

LUIS MONTOTO

En 2026 el aspecto actual de La Línea de la Concepción podría ser radicalmente distinto. En el lado este del Peñón de Gibraltar , el que se asoma a la zona más noble de la Bahía de Algeciras —la cara oeste está marcada por el paisaje industrial de la refinería y el puerto— puede surgir una pequeña Dubai . Sobre una superficie ganada al mar, la opulenta silueta de este macrocomplejo turístico contrastará con las modestas construcciones de los pescadores de la vecina playa de la Atunara . Ambos mundos estarán separados por la distancia de apenas un centenar de metros que hay entre un lado y otro de la frontera.

El interés del Gobierno de Gibraltar por asegurar el éxito de esta iniciativa explica, en parte, sus maniobras para cultivar unas buenas relaciones con las localidades vecinas, a través de la Diputación (controlada por el PSOE ), como del Ayuntamiento de esta capital (en manos de Podemos ). Ambas administraciones han recibido esta semana a Fabián Picardo , el ministro principal de los «llanitos», con todos los honores de un jefe de Estado .

Desde hace más de una década la última colonia que pervive en suelo europeo sueña con levantar este gran complejo para diversificar así sus fuentes de ingresos . Hasta el momento, la iniciativa había tenido un recorrido errático tras pasar por las manos de varios grupos (como Multiplex, Brookfield y Aldersgate ) que buscaron sin éxito operadores inmobiliarios y hoteleros interesados en este desarrollo.

Preparación del terreno

En los últimos meses los acontecimientos se habían acelerado. El Gobierno de Picardo recuperó en 2014 la propiedad de estas tierras por unos 38 millones de euros, inició los trabajos de preparación del terreno para ganarle superficie al mar e inició una serie de negociaciones con un grupo liderado por el millonario británico Leslie Allen-Vercoe , un veterano promotor inglés que está especializado en canalizar hacia Gran Bretaña las inversiones inmobiliarias de los magnates rusos . El nombre que recibirá esta pequeña Dubai será «Blue Water».

El objetivo es acometer la edificación de viviendas turísticas , una marina para súperyates , un gran hotel , un complejo residencial e instalaciones comerciales . En total, ocupará 150.000 metros cuadrados y requerirá una inversión global de 1.400 millones de euros . En junio del pasado año el Gobierno del Peñón ya hizo una adjudicación preliminar para promover este proyecto a la sociedad Camoren Holding Ltd (presidida por el citado Leslie Allen-Vercoe), que debería desembolsar a cambio un canon de 115 millones de euros. Con ello, este millonario británico asentaría su derecho a promover en exclusiva este macrocomplejo.

El proyecto requerirá una inversión de 1.400 millones de euros

Sin embargo, en los últimos meses ha surgido un enemigo inesperado para esta iniciativa:el referendum en el que el próximo 23 de junio los ciudadanos británicos decidirán su permanencia en la Unión Europea . Una salida de la metrópoli del ámbito comunitario cambiaría drásticamente el estatus de los 30.000 habitantes de Gibraltar , que perderían su derecho actual a entrar libremente a España. Por ello, los «llanitos» saben perfectamente que el éxito de esta iniciativa está ahora mismo en el aire. El empresario Mesod Belio , director de la principal compañía de ingeniería que hay en el Peñón, lo reconocía la pasada semana en una entrevista concedida al diario Gibraltar Chronicle , al afirmar que «el éxito del proyecto Blue Water depende de la fluidez en la frontera». De hecho, este profesional considera que Blue Water tiene sentido si «hay buenas relaciones con España y se plantea como un proyecto de desarrollo conjunto con La Línea de la Concepción». Algo impensable con un Gobierno del PP, aunque en sintonía con lo que ya propugnó el exministro socialista Moratinos con medidas como el Foro Tripartito .

Aunque Picardo ha mostrado su confianza en culminar en las próximas semanas el contrato con Camoren Holding Ltd, el partido de la oposición GSDestá criticando la poca información que está ofreciendo sobre los términos del contrato y la negociación. Además del referendum sobre la permanencia de Gran Bretaña en la UEy de las tensas relaciones con el Ejecutivo español, el tercer frente de batalla en el que se juega el futuro de Blue Water es Bruselas. El proyecto cuenta con el visto bueno de la Comisión Europea, según estiman en la colonia, a pesar de que España ha presentado varias reclamaciones . Colectivos ecologistas como Verdemar también están combatiendo el proyecto. Junio será el mes decisivo para determinar cuál será el futuro del proyecto que agrandará el perímetro del Peñón.

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