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Sucesos

Las víctimas de la salvaje agresión machista en Jerez se debaten entre la vida y la muerte

El suicida que les disparó es un algareño gran aficionado a la caza

La Policía acordona la calle jerezana donde ocurrió el intento de crimen J.P.

J.Padilla

El hombre, de 41 años, que se ha suicidado este viernes en Jerez de la Frontera tras disparar a su ex pareja, de 36, y la madre de ésta, de 65, era un consumado cazador, según fuentes de la investigación, como atestiguan las diferentes insignias que lleva su coche donde mostraba su afición a las claras y la posesión de una escopeta de doble cañón. El intento de crimen ha ocurrido en torno al mediodía de hoy a sangre fría. El homicida, natural de Algar (Cádiz) , llegó a la calle Molinos de Viento y allí entabló una discusión con su expareja, vecina también de esta localidad gaditana.

Según han informado este sábado fuentes sanitarios, la pareja del agresor se mantiene ingresada en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital de Jerez en estado muy grave, mientras que su madre, trasladada al hospital Puerta del Mar de Cádiz , fue anoche intervenida de urgencia y se encuentra igualmente en estado muy grave.

Las primeras indagaciones policiales intuyen que el individuo les disparó en la misma calle pues los investigadores han hallado vestigios en el coche de una de las víctimas, como cristales con impactos. Luego se descerrajó un tiro en la cabeza con la misma arma con la que había disparado momentos antes. «Algo horroroso, absolutamente condenable», dijo el teniente de alcalde Francisco Camas , primera autoridad municipal en personarse en el castizo barrio de San Miguel. La calle donde ha ocurrido el suceso está situada a pocos metros del monumento a Lola Flores por lo que suelen transitar numerosos turistas que mostraron su consternación por el violento caso.

Las víctimas, que se encuentran ingresadas en estado muy grave en el hospital de Jerez, llevaban pocas semanas residiendo en la ciudad. «Apenas las conocía, poco más que de vista», dijo un vecino a ABC. Varios particulares avisaron a los servicios de emergencia tras escuchar los disparos.  Tres o cuatro detonaciones. Yolanda, de 36 años y Pilar, de 65, se debaten entre la vida y la muerte en el hospital, han indicado fuentes del SAS, tras recibir los impactos a corta distancia.

Pasado el mediodía, la expareja de Yolanda llegaba en un Land Rover de color verde al número 8 de Molino de Viento. Allí le esperaban ambas. Parece que las había llamado por teléfono antes y había concretado una cita, aunque estos datos son materia susceptible de investigación judicial. «Escuché un ruidazo y pensé que eran los niños tirando petardos », relata otra vecina, que no supo concretar qué había ocurrido hasta que su marido llegó de comprar y se encontró la calle llena de sangre y los cuerpos. Se lo comentó tras llamar a la Policía.

Las fuerzas de seguridad acordonaron rápidamente la zona pero poco pudieron hacer nada más que recoger diferentes pruebas para ir avanzando en la investigación de un nuevo episodio grave de violencia de género -a falta de confirmación judicial-. La Policía se incautó del arma presuntamente empleada en el intento de crimen.  Posteriormente los servicios funerarios retiraron el cadáver del presunto homicida para su traslado al instituto de Medicina Legal para la práctica de la correspondiente autopsia.

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