Luz y vitalidad para una historia pictórica de España
El oratorio de San Felipe Neri acoge una muestra sobre la obra de un autor especializado en temas militares
Al entrar en el oratorio de San Felipe Neri el espectador tiene la sensación, a cierta distancia, de que está ante una ventana a la historia de España. Un grupo de soldados españoles, con la bandera de la cruz borgoñona, espera al enemigo entre escudos y las picas que habían sido el arma más sorprendente de los Tercios de Flandes, la unidad militar más poderosa de su tiempo. El cuadro lo cuenta en gestos y detalles: es un grupo de resistentes, y de hecho a sus pies yacen muchos compañeros muertos. El título lo explica y muchos son capaces de entenderlo, «Rocroi. El último tercio». A muchos les evocará a la escena final de la película «Alatriste».
No es un cuadro del siglo XVII, aunque relate una escena de 1643. Su autor, Augusto Ferrer-Dalmau (Barcelona, 1964), es el más importante de los pintores dedicados a temas históricos y militares en la España de hoy. Es el protagonista de la exposición «Ferrer-Dalmau. Historia, arte y milicia», que se puede visitar desde hoy en el Oratorio de San Felipe Neri, y que estará abierta hasta el próximo 8 de junio.
La muestra contiene algunos cuadros originales del autor y otras muchas reproducciones a gran tamaño de sus obras más aclamadas. La Brigada de Infantería Mecanizada Guzmán el Bueno X y el Círculo de Amigos de las Fuerzas Armadas de Jaén no han pretendido con esta muestra hacer una apología de la guerra, sino relatar la historia del ejército español a través de sus grandes episodios. Es la primera vez que la obra del autor llega a Andalucía.
Así, el espectador se puede asomar a la historia de los Tercios de Flandes, pero también contemplar a un hombre a caballo en una playa mediterránea desierta. Es uno de los 60 que han quedado en Gibraltar leales al archiduque Carlos de Austria en 1704, durante la Guerra de Sucesión.
Los cuadros de Ferrer-Dalmau beben de una estética hiperrealista de gran detalle. El pintor recrea todos los detalles de uniformes y atuendos sin reparar en la crudeza de la guerra, pero también se esfuerza con espectaculares juegos de luz y en la belleza de los paisajes. Fruto de ello es uno de los cuadros originales que se muestran en la exposición: «Bailén», en el que recrea la história victoria en julio de 1808 sobre el ejército de Napoleón.
La Guerra de la Independencia es uno de sus temas predilectos y también está Agustina de Aragón, impertérrita junto a la artillería y un paisaje de muerte, preparada para defender Zaragoza. A la exposición se asoman además episodios de las Guerras Carlistas, como la conocida como «Cincomarzada», en 1838, y donde se representa una carga con toda la furia de caballos y jinetes.
Ferrer-Dalmau es un pintor de la historia y la guerra, pero también de la milicia. Muchos de sus soldados representan a la España de cada momento, en escenas donde importan tanto los uniformes como el paisaje. Es el caso de «Regimiento Asturias. Méjico, 1813», que se muestra en el lienzo original, o de los «Tiradores de la guardia real» que cruzan un río a caballo con una gráfica descripción del movimiento. El «Interventor en el Puerto de Barcelona» abunda en el hiperrealismo. La Guardia Civil, cuerpo militar, está presente en escenas sobre todo rurales, como aquella en la que dos de sus miembros, con capote y tricornio, hablan con un hombre en un paisaje de montañas nevadas. Antes se puede recorrer una gran parte del siglo XIX en los cuerpos militares.
Viaje a Afganistán
El interés de Ferrer-Dalmau llega a la Guerra Civil, con escenas y legionarios que tomaron parte en el conflicto. «Hubo un momento», aseguraron los responsables de la muestra, «en que le dijeron que sólo pintaba escenas del siglo XVII», y el pintor se fue a Afganistán con una compañía española para comprobar el trabajo de los soldados de hoy. «La patrulla», con el desolado paisaje del desierto y las montañas del país, es una de las obras más amplias que se recogen en la exposición, junto con bocetos y apuntes y obras que el autor realizó durante su convivencia con el Ejército.
Un texto junto a cada obra ilustra sobre el momento histórico que se relata, de forma que recorrer la exposición es un paseo por la historia, a veces con profesores de excepción: Arturo Pérez-Reverte cuenta para la obra «Caza al amanecer» cómo el mercante «Alejandra» logró evitar a los enemigos tras viajar desde México y llegar a salvo a la ría de Pontevedra tras un peligroso intento de caza.
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