Plataforma y Junta contra la Mezquita-Catedral
Si se quiere que algo se vaya a pique o deje de funcionar solo hay que ponerlo en manos de la Junta, y si a eso se le añade el anticlericalismo de la izquierda, está claro que lo único que los guía es perseguir a la Iglesia, obsesión obsoleta de políticos de izquierdas y medio pelo.
La Plataforma «Mezquita-Catedral de Córdoba Patrimonio de todos» trasladó al presidente del parlamento, Manuel Gracia, la petición de un recurso de inconstitucionalidad contra la inscripción a nombre de la Iglesia de la Mezquita-Catedral, entregó 365.000 firmas en demanda de la titularidad pública y en protesta, dicen, por una gestión «desleal» del Obispado. «Se le ha borrado el nombre y la historia al monumento, atentando contra la historia de Córdoba y de Andalucía».
El colmo del delirio es cuando también afirma que «el mal uso» por parte del Obispado «pone en grave riesgo» a la Mezquita-Catedral como Patrimonio de la Humanidad. Y como guinda, las declaraciones del consejero de Cultura, Luciano Alonso, más bien «lisiado» Alonso, culpando a la Iglesia de las no pernoctaciones de turistas.
Qué pasa entonces con la Sinagoga y Medina Azahara en sus manos, una se va a cerrar por obras y abierta solo cuatro horas, lo mismo que Medina Azahara. Lo que pasa no es otra cosa que mientras aquellas las gestiona la Junta y viven de ellas, ellos y sus campañas, amén de cobrar de los impuestos, no pueden hacerlo con la Mezquita-Catedral, que, dicho sea de paso, está abierta los 365 días del año, cumpliendo sobradamente con su carácter de monumento y Patrimonio de la Humanidad; atendiendo a la vez con su principal misión como primer templo de Córdoba. Y si hoy está en pie es por estar en manos de la Iglesia, legítima dueña por documentos, historia y ocho siglos que lo avalan.
Qué pretenden el señor Alonso y esa plataforma; no es otra cosa que desaparezca la Iglesia, lo de siempre; abrirla al islam y a un «culto» más que sospechoso de explotación. No se puede perseguir algo sin fundamento con la mentira y la demagogia. El Cabildo ha propiciado las visitas de noche y a todas horas, y las bajas pernoctaciones no son más que la nefasta gestión del consejero. Qué pasa con la Orquesta de Córdoba y otros eventos que ignora; mejor se vaya con su «música» a otra parte.
No es completamente religioso dicen, como lo es la Catedral de Sevilla; qué es entonces. No saben qué más inventar. Religioso como lo fue la basílica San Vicente Mártir bajo sus cimientos, baluarte ayer y hoy de nuestra fe e historia para dar culto a Dios. No consintamos que la Junta meta las narices, la corrupción estaría asegurada, 35 años de PSOE lo avalan. Y lo lamentable de todo esto es que su política contra lo nuestro y las tradiciones siga sacando votos.
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