Proponen excluir del Rey Heredia a «las entidades de carácter político o religioso»

El Consejo de Distrito Sur ha propuesto al Ayuntamiento de Córdoba un plan de usos para la cesión formal del colegio Rey Heredia que limita las actividades a desarrollar en el edificio, actualmente ocupado por el colectivo denominado Acampada Dignidad. El documento establece expresamente que no se admitirán solicitudes que procedan de «entidades de carácter político o religioso».

El documento es algo escueto en detalles porque ni siquiera define qué es una entidad de carácter político y religioso. En concreto, no diferencia entre partidos políticos u otro tipo de asociaciones que lleven a cabo iniciativas dedicadas a la reflexión sobre la vida en sociedad.

Entre los colectivos que actualmente llevan a cabo iniciativas en el Rey Heredia se encuentran entidades como el Frente Cívico Somos Mayoría, que lidera Julio Anguita, o las Mesas de Convergencia (firmante del manifiesto fundacional del Rey Heredia), que no se encuentran registradas expresamente como partidos pero que llevan a cabo una inequívoca actividad política. De hecho, en estos momentos el Rey Heredia es un centro bastante activo en materia política para colectivos de izquierdas.

En segunda instancia, tampoco define qué tipo de entidades religiosas tendrían cerrado el acceso al edificio, que es de propiedad pública. Las cofradías se rigen por la ley de asociaciones pero tienen también lazos inequívocos con la Iglesia. Varias de las organizaciones no gubernamentales de mayor relevancia tienen también lazos con la Iglesia Católica o con otras confesiones.

Ningún sindicato podrá utilizar el edificio como sede social aunque sí tendrá acceso a las instalaciones para desarrollar actividades de forma puntual, sobre todo, en materia de derechos sociales. Una de las condiciones concretas propuestas por los vecinos es que todas las entidades que quieran participar del Rey Heredia tendrán que estar debidamente constituidas y disponer, al menos, de cinco miembros. Tendrán preferencia las del distrito sur, según el plan de usos que no ha sido aún formalmente aceptado.

El plan de usos establece limitaciones (no más de dos salas por colectivo), una forma de gobierno de la casa y un programa de financiación por cuotas para que el centro sea autosuficiente en lo que concierne a los servicios básicos.