Se la jugó y confió en mí

Le debo mucho. Me dio la oportunidad. No me lo decía, lo demostraba con hechos

09/07/2014
Actualizado a las 02:12h.

Era el 4 de febrero de 1984. Mi nombre estaba en la convocatoria del primer equipo del Real Madrid para jugar en Cádiz. Di Stéfano se la jugó con nosotros, con la Quinta del Buitre. El día 5, el partido estaba muy complicado. Perdíamos 2-0. Don Alfredo me dijo: «A jugar». Marqué dos goles y di el pase del 2-3. Confió en mí y le debo mucho.

Alfredo, el técnico

Una relación especial

Siempre creyó en mí. En aquella época, los veteranos eran muy respetados en un vestuario. No era normal que llegaran al primer equipo los jóvenes del filial y empezaran a ser titulares. Siempre mantuve una relación especial con Alfredo. Sé que confiaba en mí y me lo demostraba con hechos, al ponerme como titular, pero no era un hombre de muchas palabras. Sé que me valoraba mucho como futbolista. Que me quería. Él me dio la oportunidad y la aproveché. Así comenzó mi carrera en el primer equipo.

Di Stéfano era entrañable como entrenador. Arropaba mucho al futbolista. Estabe cerca de ti. Se notaba que él lo había sido. Se preocupaba siempre por todo. Estaba encima del equipo. Le gustaba el fútbol y los futbolistas, no lo que lo rodeaba desde fuera. Me ayudó mucho. Fue fundamental en mi carrera.

Alfredo en la victoria

Era, es, el Real Madrid

Decir Di Stéfano es hablar del hombre que transformó la historia del Real Madrid. Era un ganador y ese carácter lo inyectó en todo el equipo, en todo el madridismo. Cambió la historia del club. Tenía mucha ambición y ese espíritu se hizo madridista. Como entrenador era igual: solo pensaba en el triunfo. Le gustaban los jugadores ganadores. Desde los entrenamientos a los partidos, su objetivo siempre fue la victoria.

El carácter que él tuvo como futbolista lo traspasó después al equipo como entrenador. En verdad, él siempre se había sentido futbolista, pero después tuvo que ser entrenador y lo que hizo es dirigir al equipo con una mentalidad de jugador. Nos conocía muy bien. Era uno de nosotros.

Alfredo como persona

Siento que he perdido algo

Vivo unos días, unas horas, de sentimientos encontrados. Me siento extraño. Ha muerto el hombre que creyó ciegamente en mí y me ascendió al primer equipo. El entrenador que confió en mí y me puso a jugar en el segundo tiempo de mi primera convocatoria. Se ha marchado una persona con la que mantuve siempre una relación muy cercana. Siento que he perdido algo. Siento que con Alfredo se ha ido algo de mí, parte de mí.

Manteníamos una amistad muy rica. Siempre fue cariñoso conmigo. Y con todos los jugadores. Cuando estaba a gusto era entrañable. Te contaba historias muy interesantes. Era un gran conversador, narraba perfectamente cosas que captaban al instante tu atención. Era divertido, tenía ingenio. Era todo sabiduría. Se ha marchado el hombre que hizo que el Real Madrid sea lo que es hoy. Le tendremos siempre en nuestra mente. Fue el origen de todo esto. Eso nunca se puede olvidar.