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En hostelería proliferan locales pequeños

Alquileres en rebajas contra la crisis

La renegociación de la renta inmobiliaria es una medida que se ha extendido

Alquileres en rebajas contra la crisis Abc

F. J. Cantador

A acuciantes males económicos, comprensivos remedios de la misma índole. Esto es lo que debe haber pasado por las cabezas de algunos arrendatarios de locales comerciales en Córdoba cuando han sentido que perdían esa fuente de ingresos -con amenaza incluso de fuga de negocio- o cuando se han dado cuenta de que la actividad que en su local se desarrollaba empezaba a hacer aguas por la crisis.

«Muchos de los comerciantes que antes obtenían un seis, un siete o un ocho por ciento de beneficios, ahora luchan por salvar costes, por lo que se han visto obligados a ajustar su alquiler, a renegociarlo con éxito» reconoce el presidente de Centro Córdoba, Manuel Blasco.

Pero esto no siempre ocurre, sobre todo si se trata de los barrios más periféricos, donde viene siendo habitual que un inmueble sea la misma sede en pocos años de distintos tipos de actividades económicas, pese a que se haya producido un descenso generalizado de los costes del alquiler tras una etapa anterior de notable ascenso.

Precisamente, en la zona comercial por excelencia de la capital, las calles Cruz Conde, Gondomar y Concepción, sobre todo, y parte de Ronda de los Tejares y Gran Capitán, el precio de los alquileres ha caído «en los últimos seis o siete años; diría que algo más de un 30%», apostilla Blasco. 

Esa renegociación a la baja del alquiler no es exclusiva de la pequeña y mediana empresa. También grandes superficies, bancos y marcas fuertes ubicadas en Córdoba han conseguido ponerse de acuerdo con el arrendatario y así quedarse en los lugares que ocupan, tal y como explica el gerente de la Inmobiliaria Danae, Fernando Fernández-Martos.

«No obstante, es sorprendente que desde hace cuatro años a esta parte haya empezado a haber locales vacíos en pleno centro de Córdoba», relata Fernández-Martos, quien detalla que los alquileres de locales comerciales han caído en picado en el resto de la ciudad. «Hay mucho local vacío que no existía antes; mucha oferta y muy poca demanda. Obviamente, todo depende de la necesidad económica del propietario en una época en la que yo diría que el mercado está imposible y sólo alquila quien pone un precio razonable acorde a estos tiempos», sostiene el gerente de Inmobiliaria Danae.

Un ejemplo de ese tipo de caída es el protagonizado por la discoteca Mansul, que abrió sus puertas durante un muy breve periodo de tiempo en Gran Capitán, en un espacio en el que más tarde se instaló un establecimiento donde se vendían artículos low cost. «Curiosamente, y debido al alquiler, este establecimiento también duró poco tiempo; creo que debe ser de los pocos de esas características que han cerrado en esa zona», insiste el secretario general de la Asociación de Empresarios de Hostelería de Córdoba (Hostecor), Antonio Álvarez. «Es preferible en un momento dado que el arrendador llegue a un acuerdo con el arrendatario para bajarle la renta a correr el riesgo de que no se la pueda pagar; es el mejor de los males para él», sostiene Álvarez

En este «mercado imposible» del que habla el gerente de Danae no existe en la actualidad uniformidad a la hora adjudicar un precio al metro cuadrado de local. «Cuanto más pequeño es ese local, es más caro el metro cuadrado en proporción; aunque también influyen otros factores como la altura del edificio o esa necesidad económica de alquilar del dueño. Antes, ese tipo de rentas eran en algunos casos una brutalidad para quien las tenía que afrontar», explica Fernández-Martos.

Así, si se echa un vistazo a las webs de las inmobiliarias cordobesas se puede comprobar, como detalla Luis Manuel Rallego, responsable de Inmobiliaria Concepción que «hay establecimientos de 30 metros cuadrados que están pagando 1.500 euros al mes en pleno centro, mientras que otros de unos 80 metros cuadrados abonan entre 2.500 y 3.000 euros mensuales». Esas informaciones online hablan de cantidades tan dispares como los dos euros por metro cuadrado que se llegan a pagar en algunos locales de Levante o Ciudad Jardín o los veintitantos que los arrendatarios cobran por inmuebles de mucha menor superficie en el Centro.

«Está claro que no existe uniformidad -recalca Manuel Blasco-, un local de 300 metros cuadrados puede estar alquilado en el centro por 8.000 euros al mes, mientras que otro de 400 lo puede estar por entre 3.000 y 5.000». «También hay casos en los que, por ejemplo, se oferta el local a 2.000 euros y luego se alquila a 1.200», apostilla Rallego.

Un sector que ha apostado en los últimos años por los inmuebles pequeños en un intento anticrisis es el hostelero. «Son locales muy reducidos, de unos 20, 30 ó 40 metros cuadrados, pero muy funcionales, ya que sustituyen las faltas de espacios por la amplitud de sus terrazas; como por ejemplo la Tahona Real, con apenas cuatro metros de fachada», comenta el secretario general de Hostecor.

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