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El oscuro rastro del cohete

La «Operación Rocket» destapó la fraudulenta gestión de millones de euros de ayudas para zonas mineras. Estos son los diez hitos del escándalo

R. R. / F. J. P.

Sacudió al municipio cabecera del Guadiato y dibujó una trama con demasiados zonas oscuras. Estas son las diez claves de la «Operación Rocket» («cohete» en inglés).

1. El tren del Guadiato

Es el tema matriz del escándalo. Su coste era de 14 millones aunque, en realidad, sólo se llegaron a gastar 1,4 millones. La Guardia Civil explica en un informe «que un número de empresas estaban supuestamente concertadas» con el Ayuntamiento y la sociedad municipal Promociones Industriales Valle Alto Guadiato (Pivag) «con la finalidad de beneficiarse económicamente de forma fraudulenta». El Miner pagó por la supuesta rehabilitación de maquinaria para una exposición o turismo ferroviario. Los procedimientos de contratación se ignoraron «o fueron fraudulentos» para beneficiar a unas empresas. Dos detenidos en el caso, Carlos G. y Ricardo O., responsables de supuestos centros históricos del ferrocarril, se beneficiaron, dice la investigación, con pagos concretos y directos de sus gestiones por elegir a las empresas adjudicatarias. Es decir, cobraron comisiones o «una remuneración». Un tercer elemento es que las facturas pagadas por el Miner aparecen infladas o certificadas de forma irregular. Todo ello por medio de Pivag, nexo con el resto de la trama Rocket. Los trenes se pagaron pero ni aparecieron en Peñarroya ni funcionaron.

2. Proyectos de ingeniería

Los Miner pagaron 755.583 euros por redactar proyectos de urbanización a un estudio de arquitectura de Córdoba que fue registrado. La investigación dice haber hallado «facturas incongruentes» con las condiciones de la subvención, al menos, en sus fechas, lo que implicaría que no podrían cobrarse. El sumario alerta sobre la ausencia de procedimientos de contratación y justificación de entregas con objetos ajenos al contenido de la ayuda.

3. Suelos FEVE

Los Miner financiaron la compra de antiguos terrenos de Ferrocarriles Españoles de Vía Estrecha (FEVE), que operaba en zonas mineras. El Gobierno entregó 870.000 euros para que el Ayuntamiento, gobernado por la socialista Luisa Ruiz, adquiriese esas propiedades. El problema es que la empresa municipal Pivag los pagó sin una tasación previa, ni de los servicios oficiales ni de técnicos independientes. Directamente, no consta que el Ayuntamiento pagase dinero de acuerdo a criterios objetivos.

4. Dotación en un polígono

El Gobierno abonó 1,9 millones para llevar los servicios a uno de los polígonos de Peñarroya. La investigación tiene indicios serios de que se contrató a la empresa de ingeniería para realizar el proyecto prescindiendo de un procedimiento reglado. La Unidad Central Operativa sospecha seriamente de que se utilizó una factura para «cuadrar» el montante de la subvención y que ésta se pudiera cobrar entera a pesar de que su justificación está siendo objeto de análisis. La empresa ajudicataria fue registrada.

5. Mina Santa Rosa

Con dinero del Miner, se realizaron trabajos de recuperación del suelo de la mina Santa Rosa por valor de 398.000 euros. Las investigaciones han encontrado deficiencias en la elección de las empresas que planearon la actuación y las que se eligieron en el desarrollo del proyecto. Por la fecha y el concepto, en el sumario se cree que se confeccionaron facturas para poder cobrar íntegra la ayuda.

6. Galería simulada

El Instituto para la Rehabilitación de zonas Mineras pagó al Ayuntamiento gobernado por el PSOE 407.450 euros para reconstruir una galería simulada en la mina Santa Rosa. Los agentes han encontrado irregularidades en todos los procesos para elegir a las empresas que participaron en el desarrollo de la actuación. Todo se hizo desde la empresa pública que presidía Luisa Ruiz (Pivag).

7. Accesos a la zona de Los Pinos

Es uno de los grandes expedientes subvencionados. Un acceso desde la A-449 hasta el polígono de Los Pinos: 1,9 millones. La investigación entiende que hubo irregularidades en la contratación de la empresa de ingenería que llevó el proyecto. En segunda instancia, los agentes de la Guardia Civil creen que se facturaron dos veces las mismas obras para hacer creer al Ministerio de Industria que, en realidad, el coste había sido mayor que el real. La constructora que realizó la actuaciones fue objeto de un registro.

8. El Cerco Industrial

El gobierno municipal del PSOE recibió 3 millones de euros para pagar los terrenos de este antiguo enclave minerometalúrgico. En ese caso, sí hubo una tasación de los terrenos pero tiene fecha posterior al del cierre de la operación y su importe es, exactamente, el del precio de compra-venta. La sospecha es que se fabricó la documentación para que pareciese que un acuerdo arbitrario entre la alcaldesa y los antiguos propietarios era legal.

9. Suelos rústicos

El Ayuntamiento compró suelos con 1,8 millones del Gobierno para futuros polígonos industriales. En este caso, el sumario dice que ni siquiera coincide lo que se compró con lo que aparece en escrituras. De hecho, las indagaciones realizadas por el juzgado han podido acreditar que las copias de la Notaría, que fue registrada, no coinciden en función de la fecha en la que fueron cotejadas. Tampoco coinciden las copias en poder del Ayuntamiento y las que éste le entregó al Ministerio de Industria para la justificación de las cantidades.

10. El marido de Ruiz y su equipo de baloncesto

A la par que se seguía el rastro de los proyectos Miner, el juez ordenó investigar las cuentas del Club Polideportivo Peñarroya, que preside Amado Gallardo, el marido de la exalcaldesa, ante los indicios hallados por la Guardia Civil de presunta «malversación» y «enriquecimiento ilícito». El informe de los agentes establecía sospechas sobre las finanzas del club entre 2007 y 2011. Los movimientos de cuenta reflejaban «que entre 2007 y la actualidad», la entidad deportiva recibió ingresos en cuenta por 1.017.185,34 euros mientras que sus adeudos fueron de 1.016.024, de los que 821.117 euros se correspondían «a disposiciones en efectivo». Un club en una división cuyo presupuesto real podía ser diez veces inferior a esas cantidades.

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