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OCHO AÑOS DESPUÉS

«Y de mis ahorros, ¿qué...?»

La Plataforma Unitaria y Adicae plantean una solución en que el Estado haga una oferta de compra a los afectados por el fraude de Fórum Filatélico y Afinsa

«Y de mis ahorros, ¿qué...?» aarón

MARTA VILLASECA

Reza el dicho que quien no arriesga no gana. Sin embargo, los hay que arriesgan y, no solo no ganan, sino que pierden todo. Después de ocho años que se destapara el fraude del Fórum Filatélico y Afinsa, los afectados siguen sin haber recuperado ni un 20% de lo que perdieron. De hecho, para ser más exactos, las víctimas de Fórum han recibido en este tiempo un 10% de su inversión inicial, mientras que los de Afinsa tan solo el 5%. No obstante, en el octavo aniversario del descubrimiento de esta estafa piramidal, son dos las plataformas de apoyo a los afectados, Adicae y la Plataforma Unitaria «Solución Forum-Afinsa», que han impulsado una posible solución al problema en la que los políticos juegan un papel importante.

Se trata de una proposición no de ley con solución política que consiste en la compra por parte del Instituto de Crédito Oficial de los derechos que los afectados ostentan en los procedimientos concursales. Según Irene Ruiz, técnico de Adicae, «el Estado no tendría déficit ninguno puesto que compran los derechos de créditos a un valor muy inferior de lo que supone». Obviamente, ésta sería una solución a corto plazo y que no interferiría en los procesos judiciales que actualmente están ejecutándose.

Pero del dinero, ni rastro. Hablando en cifras, la estafa de los sellos dejó en Córdoba a 6.700 familias perjudicadas que perdieron, entre todos, más de 53 millones de euros. Muchos fueron los que vieron cómo sus ahorros de toda una vida desaparecían sin explicaciones. Este fue el caso de Santiago que hoy con 71 años y jubilado aún no se explica qué es lo que falló. «Mi hija -recordaba Santiago- llevaba años invirtiendo en esto porque iba bien, ganaba dinero y entonces yo piqué».

Esa sensación de «caer en la trampa» es generalizada. Algo más mayor es José Canovaca, uno más en la larga lista de afectados por el fraude. «Al principio, todo iba bien y la rentabilidad era fantástica ya que si un banco te daba a un 4% de tu dinero, en Afinsa te lo daban al 5%; claro que estábamos contentos», explicaba José.

Sin embargo, un día los medios de comunicación le comunicaron lo que sería el principio del drama: todo era una estafa y recuperar el dinero invertido era imposible. Esta noticia implicaba una mala jubilación, un futuro complicado para unos niños que aún no habían cumplido los diez años o la pérdida de los sueños que alguna vez planearon. Si bien es cierto que las cantidades invertidas procedían de economías domésticas, suponían el paracaídas para el futuro que nunca se abrió.

Por ahora, la proposición no de ley espera ser ratificada a nivel nacional y así poder dar una solución «ya que en ocho años, la situación judicial no ha avanzado», afirmaba Irene. De momento, esta idea se ha aprobado en nueve parlamentos autonómicos, Cataluña fue el último, y se debatirá el próximo mes de septiembre en Andalucía. Pero este último rayo de luz no les devuelve la esperanza que mantuvieron durante años, ya que como sentenciaba Santiago «quien espera, desespera».

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