VELOCISTA

Belén Recio: «Ya echo de menos el atletismo y casi no me he ido»

La atleta cordobesa, que acumula hasta 14 títulos como campeona de España, cumple en agosto 34 años y anuncia su retirada de la competición

A. D. J.

28/07/2014
Actualizado a las 09:43h.

Belén Recio es historia en el deporte femenino de Córdoba. Una especie de precursora de los éxitos que vinieron después con deportistas como Lourdes Mohedano, Fátima Gálvez o los equipos de voleibol (Cajasur y Adecor), fútbol sala (Deportivo Córdoba) o balonmano (Adesal). Pero, sobre todo, es atletismo. Porque fue considerada una de las reinas de la velocidad a nivel nacional tras encadenar hasta 14 títulos en distintos certámenes. Ahora, a los 34 años, le ha llegado el momento de decir adiós, pero sólo a la gran competición, porque seguirá entrenando y porque su futuro laboral, el quiromasajismo, le obligará a estar muy cerca del tartán.

—¿Qué grado de dificultad ha tenido tomar la decisión de dejarlo?

—Ha sido muy difícil. Realmente difícil. Pero te das cuenta de que el tiempo pasa y hay que acatar unas normas.

—¿Cuál es el motivo?

—Todo empieza por la cabeza, aunque también influyen las lesiones. El caso es que llevaba haciéndome preguntas como «qué hago compitiendo» o «qué hago aquí».

—¿Pasó algo para que empezara esa pregunta?

—Pues lo notaba en el ambiente, en los entrenamientos. Me he dado cuenta de que he cumplido todos los objetivos. Quiero dejar claro que físicamente estaba bien, pero no para marcas. Y era como si ya no me apeteciera competir más, pero seguiré entrenando.

—¿No se planteó cambiar de distancia o para un velocista es más difícil?

—Es mucho más difícil, al margen de que he corrido algún 400 u 800. Pero no es eso. En agosto cumplo 34 años y creo que ya le he dado vida a mi cuerpo y ahora hay apartados mentales que me piden otra cosa.

—¿Qué sensación tiene tras dejarlo?

—Pues una sensación de vacío, porque ya echo de menos el atletismo y casi no me he ido. Es como si no pensara en nada o no saber qué objetivos tendré el año siguiente. Y más porque es como si hubiera dejado mi vida. He tenido que sufrir mucho con el atletismo, pero es como si hubiera dejado mi vida.

—¿Se considera una precursora de la revolución del deporte femenino en Córdoba?

—Estoy muy contenta de ver su evolución, por supuesto. Es como si tras mi estela hubieran salido más y me enorgullece. Sólo hay que ver que hasta tenemos una campeona del mundo como Lourdes Mohedano. Pero también el atletismo, porque ahora somos más como Fani Fortes, Javi López y otros que vienen por detrás.

—¿Y hay algo malo en este tiempo?

—Lo peor es que te tropiezas con gente que gestiona el deporte y que no sabe lo que es importante. Y son el mal del deporte. Es una pena que el deportista no sea lo importante en este mundo y creo que siguen faltando ayudas.

—¿Y eso no se arregla?

—Con medios, los deportistas darían mejores resultados. Pero en muchos casos deben estar pendientes de todo, incluyendo cuándo se hacen la resonancia. Por poner un ejemplo, deberían ser como las estructuras que tienen los futbolistas de Primera.

—¿Eso le llevó a pensar en el quiromasaje como opción de futuro para ayudar de algún modo?

—Es una opción que me gustaba y en eso voy a trabajar, así como en hacer una academia de terapia manual. Para empezar, diré que los deportistas tendrán precios especiales, porque para ellos un fisio o un quiro son como un mecánico para un coche de Fórmula 1.

—Para acabar. Diga un momento de su carrera en el que se encuentre especialmente orgullosa.

—Pues son tantos que casi me quedo en blanco. Es difícil responder a algo así. Pero creo que , por muchos condicionantes, el más emotivo vino en el Campeonato de España de 2011 de atletismo. En los 200 metros. Nadie apostaba por mí y lo pasé muy mal esa temporada. Pero tiré para adelante y conseguí una medalla de oro que me supo a gloria.