LA COPIA «ABERTZALE» PRENDE EN CATALUÑA

EL proyecto independentista que lideran CiU y ERC ya cuenta con su particular Movimiento de Liberación Nacional, a imagen y semejanza de la izquierda abertzale. La extrema izquierda catalana ha calcado la estructura organizativa de los radicales vascos para defender su utopía política e impulsar la desobediencia civil con el único fin de lograr la secesión. La etiqueta «Esquerra Independentista» engloba un conglomerado de organizaciones que es fiel reflejo del movimiento abertzale, solo que trasladado a Cataluña. Así, mientras la CUP es la hermana gemela de Bildu y Amaiur a nivel político, la formación Endavant se encarga de coordinar la ortodoxia ultranacionalista entre las bases al estilo del papel que, en su día, ejerció KAS y después Ekin en el País Vasco. De hecho, también tienen su cantera de jóvenes radicales (Arran) e incluso llegaron a crear una especie de kale borroka (Alerta Solidària), cuyos grupos violentos fueron desmantelados posteriormente por la Policía. Por contar, hasta cuentan con sindicatos de estudiantes y trabajadores inspirados en la experiencia abertzale.

El auge de este tipo de movimientos bajo el amparo de la bandera independentista constituye una clara amenaza para la convivencia social y la normalidad democrática en Cataluña, ya que no solo apoyan el suicida órdago rupturista del nacionalismo catalán, mostrando un desprecio absoluto hacia el Estado de Derecho y el respeto a la ley, sino que, además, representan la esencia de los antisistema en Cataluña mediante la mezcla explosiva de secesionismo y grandes dosis de extrema izquierda. Este peligroso movimiento es una prueba más del radicalismo que alberga el proyecto soberanista, pero también de la profunda irresponsabilidad de sus impulsores, Artur Mas y Oriol Junqueras, al aceptar con gusto todo tipo de amistades para su causa, por muy nocivas y perjudiciales que sean para el conjunto de los catalanes.