BAENA
Cuando los sueños se hacen realidad
Acto solemne para la apertura del nuevo y deseado comedor social de la parroquia de San Bartolomé

LOS miembros de Cáritas de la parroquia de San Bartolomé de Baena —con su párroco, Manuel Cuenca, al frente— tenían un sueño que parecía demasiado lejano de cumplir. Porque son muchos los años que llevan ayudando a aliviar las necesidades de muchos de sus feligreses. Y cada día los voluntarios de la entidad parroquial dan de comer a una media de entre 70 y 80 familias, llegando a atender a 300 personas, desde un pequeño local situado junto a la iglesia.
«Era imposible seguir en el local donde estábamos, porque, entre otras cosas, no reunía las condiciones necesarias», según explicó ayer el propio párroco, coincidiendo con el día que su sueño se hizo realidad. Ese día fue ayer. El obispo de Córdoba, Demetrio Fernández, acudió a la localidad de la Campiña Este para inaugurar el nuevo comedor social de la parroquia. «Un gran local, decente y digno», como calificó Manuel Cuenca. Para el obispo, «es un lugar de encuentro en el que prolongar la caridad que se celebra en la santa eucaristía».
Este sueño ha sido posible gracias al tesón y la constancia del párroco, «al Señor que es providente», como dijo Manuel Cuenca, y a la aportación del Ayuntamiento de Baena. Como narró el cura de San Bartolomé, con las esperanzas casi perdidas, «me enteré de que este local estaba en venta y que había una partida para un local comercial en el casco histórico que había que invertir o se perdía el dinero». Y así, el Ayuntamiento, a través de los Fondos Feder, adquirió el local, con una partida de 100.000 euros, y lo adaptó a las necesidades de la parroquia.
Colaboración institucional
El alcalde, Jesús Rojano (PSOE), señaló que «el Ayuntamiento tiene la obligación de colaborar con la labor que desempeña la parroquia, que garantiza el alimento a las familias que están pasando por una especial dificultad, por ello cada año destina una partida de 6.000 euros a la parroquia». Ahora, la colaboración ha llegado «también con la adquisición de este local».
Rojano deseó que «el uso como comedor sea cada vez menor y se utilice cada vez más para actividades de las diferentes parroquias». La Diputación de Córdoba también se sumó «a colaborar económicamente», según la diputada de Bienestar Social, Dolores Sánchez, también presente en el acto de ayer.
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