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Imaginación contra el gasto

Imaginación contra el gasto ARCHIVO

POR R. C. M.

La creación de bancos de libros y las plataformas de intercambio aumentan el consumo comunitario

La crisis económica ha obligado a los padres a buscar nuevas técnicas para ahorrar en el regreso de sus hijos a los colegios. A la ya tradicional herencia de ropa y material escolar entre hermanos, se suman ahora multitud de iniciativas solidarias y acciones de consumo colaborativo que permiten paliar este importante desembolso en los hogares cordobeses. Estas nuevas medidas contemplan desde el intercambio de libros de texto hasta iniciativas para compartir coches y evitar el transporte escolar.

El rápido crecimiento de los niños y la necesidad de renovar anualmente los uniformes implica un elevado gasto para los hogares. Por ello, las agrupaciones de consumidores animan a los padres a reciclar la ropa escolar donándola a las asociaciones de padres para que éstas puedan entregarla a los alumnos que tienen dificultades económicas. Un ejemplo de ello es el Colegio Virgen del Carmen, en el que a lo largo del curso se recogen las prendas que los niños dejan perdidas o los padres donan porque a sus hijos ya no les sirven y se venden a un precio simbólico. Otra de las técnicas de ahorro es la relativa al transporte escolar o público, que supone un gasto medio de 55 euros al mes. Para evitarlo, muchos padres se divide en turnos para llevar en coche a sus hijos y a otros escolares del mismo centro o, incluso, han organizado rutas a pie para acompañarlos. «Tenemos dos hijos y el autobús suponía un gasto importante mensual, así que nos hemos juntado con otros padres para hacer turnos semanales y subirlos en coche», asegura Ana, madre de dos alumnos del Colegio Cervantes.

Aunque el cheque-libro ha librado a los padres andaluces de afrontar un gasto de más de 200 euros anual en la etapa escolar obligatoria, no ocurre así en Bachillerato o en muchos ciclos formativos. Por ello, las asociaciones de padres y madres de algunos centros de educación Secundaria de la capital y la provincia —como el IES Noreña— han creado un banco de libros de texto y material escolar complementario con la idea de ayudar a las familias más necesitadas y fomentar el reciclaje. Las nuevas tecnologías también han jugado un papel trascendental en el incremento del consumo colaborativo escolar. Asimismo, existen varias páginas web y cuentas en redes sociales como «Truequebook», en las que los padres pueden intercambiar material escolar, ropa, libros o calzado y que cada vez cuenta con más adeptos. Además, la plataforma solidaria «FamilyApp» ofrece a sus usuarios importantes descuentos en libros de texto y material complementario.

Márgenes comerciales

Por su parte, los libreros no son ajenos a esta nueva realidad y en los últimos años han reducido sus márgenes comerciales para frenar la caída en el consumo. La presidenta de la Asociación de Papelerías y Librerías (Aplico) y propietaria de Títere, Hermenegilda Moreno, asegura que en los últimos cuatro años las ventas «se han reducido en más de un 50 por ciento por la venta fraudulenta de libros de texto y material escolar en algunos centros». Para paliar estas pérdidas, Moreno informa que «prácticamente todos los comerciantes hemos decidido establecer un descuento del 5 por ciento en los libros de texto y congelar los precios del material a pesar de la subida del IVA».

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