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Una ordenanza municipal regulará en qué casos se pueden talar árboles

El gobierno municipal pretende que la normativa vea la luz durante este mandato para fijar unas condiciones objetivas de conservación de especies

Una ordenanza municipal regulará en qué casos se pueden talar árboles VALERIO MERINO

J. M. C.

La historia se repite. Le pasó en 2008 a la entonces edil de Infraestructuras, Rosa Candelario, y le ha pasado seis años después a la actual responsable del Área, Laura Ruiz. Después de una tala polémica de árboles suele salir a la luz la ausencia de una ordenanza de parques y jardines para la protección del arbolado urbano en la ciudad del calor, ya que en la actualidad la normativa vigente viene arrastrándose desde el año 1997, y se ha quedado ciertamente obsoleta para los tiempos que corren. La intención es que este documento esté actualizado para acabar con las polémicas y fijar criterios técnicos y objetivos.

Con Candelario ocurrió después de varias talas de árboles polémicas por las que Ecologistas en Acción puso el grito en el cielo. Con Ruiz ha ocurrido otro tanto tras una actuación municipal en la carretera de las Ermitas, que ha provocado el enfado y la denuncia pública del colectivo Plataforma en Defensa del Árbol en Córdoba.

La entonces edil de IU salió a la palestra asegurando que la nueva ordenanza municipal ya estaba redactada y que se iba a presentar en una comisión permanente de Infraestructuras y Medio Ambiente, donde murió y no fue a más. De hecho, el borrador acabó olvidado en un cajón, hasta que el portavoz de la entidad que rechaza este tipo de actuaciones, Pancho Gamero, lo volvió a recordar y plantear al actual equipo de gobierno del PP.

El departamento de Infraestructura está trabajando de forma intensiva en este texto, aparcado desde 2008, para que no choque con la normativa que tiene Medio Ambiente en este mismo sentido. «Se trata de refundir ambos textos que en la ciudad tocaban aspectos semejantes», explicó la edil.

Acciones justificadas

El borrador de la ordenanza recoge la necesidad de justificar las actuaciones que se planteen sobre el arbolado y que posteriormente un equipo del Servicio de Parques y Jardines tendrá que elaborar un diagnóstico de la situación en la que se encuentra. Tras ello, se redactaría una propuesta de intervención si fuera necesario.

Un segundo elemento que se tendrá concluido en este mandato, dijo la edil, es el Catálogo de Árboles Singulares. Ese documento fijará cuáles son los elementos del patrimonio vegetal de la ciudad que, por distintas razones, tengan un grado de protección que evite en lo posible su tala.

Laura Ruiz consideró que las talas que se están llevando a cabo en la ciudad se realizan con un «estricto control técnico», pero que en esta materia es muy complicado satisfacer a todas las partes. Y es que, por un lado, numerosos vecinos plantean de manera insistente la tala de árboles que les resultan molestos, pero que se encuentran perfectamente sanos y cumpliendo la normativa. Por otro, «siempre hay quejas de que lo hacemos mal cuando podamos o talamos y si algo tengo que dejar bien claro es que las talas que se están haciendo con las obras están totalmente justificadas», en clara alusión a los árboles retirados de la Carretera de las Ermitas. En medio, se encuentra una realidad. Córdoba es una ciudad necesitada de sombra por sus condiciones climáticas.

En ese caso concreto, Laura Ruiz retó a cualquiera a que «nos diga cómo se pueden dejar esos árboles ahí y cumplir, al mismo tiempo, todo lo relativo a la norma sobre barreras arquitectónicas, porque impiden el paso de una silla de ruedas, gente con muletas, cochecitos de bebé o ancianos». La regulación obliga a dejar un pasillo libre desde las fachadas de las casas de 1,7 metros.

Un segundo elemento demandado por los colectivos conservacionistas es que se trasladen los árboles en vez de cortarlos. La edil asegura que se trata de una operación cara que está fuera de las posibilidades económicas del Consistorio.

En cualquier caso, Laura Ruiz aseguró que «siempre que podemos, ponemos árboles y llevamos un ritmo de reposición y de plantación de nuevos árboles muy por encima de otras ciudades», Así, desde su Delegación se han plantado recientemente unos «2.000 árboles» y sin ir más lejos en breve se van a ubicar 33 acacias en el barrio del Naranjo.

No obstante, la Plataforma en Defensa del Árbol consideró que «queda mucho por hacer», ya que esa falta de normativa «nos ha permitido detectar desde hace tiempo que hay desorganización entre los responsables del área» y también «desconocimiento sobre lo que están haciendo». Y es que no todos los árboles necesitan la misma poda, y los hay que cada cuatro años se los puede arreglar y otros que tienen que ser tratados anualmente. La entidad asegura que el Consistorio realiza podas excesivamente agresivas.

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