EL PULSO DEL PLANETA
Londres no es ciudad para ricos
El mansion tax (impuesto a las mansiones) quita el sueño a los propietarios de casas valoradas en más de 2 millones de libras. Los tories se oponen
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Cuando la vida le sonríe, Henry pasea por los parques del exclusivo distrito de Chelsea con calcetines color mostaza, pantalones de pana ciruela y mocasines. Un gentleman en estado puro, curtido en el exclusivo colegio de Eton y enderezado posteriormente en la Universidad de Oxford. No para labrarse un futuro profesional, si no para asumir dignamente su papel de rico eternamente desocupado.
Henry forma parte de esa tribu apodada como los «Sloane Rangers». Engreídos adinerados, con clase, vacíos e insolentes que residen o frecuentan la zona de Sloane Square.
No corren buenos tiempos para ellos, ni en general para las adineradas elites británicas, que podrían verse desplumadas si finalmente laboristas y liberal demócratas se salen con la suya e implantan la «mansion tax».
El Partido Liberal Demócrata propuso en 2009 crear un «impuesto para mansiones» con el que gravar las casas de más de 2 millones de libras (2,4 millones de euros), al que los tories se oponen. El secretario de Hacienda británico, David Gauke, ha asegurado que el importe medio de los impuestos que tendrán que pagar los propietarios de estas viviendas se situaría en torno a las 36.000 libras anuales (unos 45.000 euros), lo que dejaría en las arcas estatales unos 2.500 millones de euros cada ejercicio fiscal.
Henry heredó la casa de sus padres de King’s Road, comprada por «nada» en 1961. Su «humilde morada» está valorada 5 millones de libras esterlinas. De entrar en vigor el impuesto de la mansión, tendría que pagar 30.000 libras anuales para vivir en su casa. «¡Y no es ni siquiera una mansión!», grita Henry.
Su familia se mudó a Chelsea en el año en que Enrique VIII decapitó a Sir Thomas More, un miembro del parlamento que nunca aceptó su divorcio.
El número de viviendas por encima de los 2,5 millones de euros se ha disparado desde 2009 y cinco barrios de Londres –Camdem, City of Westminster, Kensington y Chelsea, Hammersmith y Fulham junto a Wandsworth– acumulan el 68% de las mansiones por encima de valor señalado por el Gobierno. La propuesta, respaldada por los laboristas, podría afectar a cerca de 95.000 inmuebles en todo el país, de los que nueve de cada diez estarían situados en la capital londinense
«Si el Gobierno aprueba el impuesto para mansiones se va a crear un enorme mercado de tasadores tratando de demostrar que las casas valen menos de 2 millones de libras (unos 2,5 millones de euros)», comenta Richard Donnell, director de investigación de la empresa de estadística inmobiliaria Hometrack. No tienen ninguna duda de que la nueva tasa que pretende instaurar va a disparar la picaresca entre los propietarios de casas de lujo.
Estrellas del rock como Mick Jagger, o empresarios como Lakshmi Mittal, el hombre más rico del Reino Unido, han registrado sus casas y bienes inmobiliarios a nombre de compañías asentadas en territorios exentos de impuestos.
Desde hace 40 años, Jagger dispone del estatus de británico no residente, lo que le permite no tener que pagar por sus propiedades registradas en el extranjero. Su casa de Chelsea, comprada recientemente, figura a nombre de una compañía radicada en las Islas Vírgenes. El músico irlandés Bob Geldof, tiene dos de sus propiedades de Londres a nombre de compañías establecidas en las Islas Vírgenes, lo que consideró como «legítimo». Mientras, Henry solo espera vivir un poco más y morir en The Admiral Codrington, el pub de Chelsea donde se siente como en casa.
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