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A la espera del proyecto para un palacio entre algodonesMuseoArqueológico

A la espera del proyecto para un palacio entre algodonesMuseoArqueológico VALERIO MERINO

LUIS MIRANDA

El Gobierno consignó 350.000 euros y tiene que aportar 300.000 más para empezar a recuperar el edificio del siglo XVI, en delicado estado de conservación

Está en el corazón del Casco Histórico y su valor por sí mismo ya es bastante alto como para no olvidarse de él. Sin embargo, permanece cerrado desde hace más de tres años y espera desde mucho antes unas obras que no terminan de llegar y que tienen que ser profundas y costosas. Se trata del Museo Arqueológico, una institución cultural que custodia unos fondos de alto valor, fruto del rico pasado de la ciudad y de muchos puntos de la provincia. Su sede principal también tiene el interés de un edificio plateresco del siglo XVI en un estado de conservación «muy delicado». Por el momento hay partidas presupuestarias disponibles pero no está claro el momento en que puedan ser realidad.

La directora del Museo Arqueológico, María Dolores Baena, reconoció que el estado de conservación del Palacio de los Páez de Castillejo es muy complicado, aunque precisó que no más ahora que en los últimos años.

La red en la portada

De hecho, la fachada tiene una red que evita los pequeños desprendimientos que sufría y aunque su estado preocupa no se hace temer por problemas irreparables en un futuro próximo. «La intervención es necesaria porque el edificio está en un estado muy delicado, pero no es más urgente ahora que antes», afirmó. Baena recordó además que la Consejería de Cultura se ha encargado del cuidado y gestión del edificio a fin de evitar mayores problemas, pero las obras deben corresponder a su titular, que es la Administración del Estado.

Para ello ya hay previstas cantidades. Los Presupuestos Generales del Estado consignaron una cifra de 350.000 euros, dentro de las inversiones del Ministerio de Cultura, para la redacción del proyecto de intervención en el edificio. Las anualidades preveían además una cifra de 300.000 más para el año 2015, que tendrían que completar la cifra con la que se prepararía el proyecto de intervención.

El Museo Arqueológico está dividido en dos partes desde hace cuatro años. Por un lado está el Palacio de los Páez de Castillejo, un edificio que se construyó en el siglo XV en estilo mudéjar, pero que debe su aspecto actual a una reforma de mitad del siglo XVI. Fruto de ella es la monumental portada, diseñada por el arquitecto Hernán Ruiz II, autor de la torre de la Catedral, de numerosas grandes obras en la ciudad y gran maestro de su época. Es la sede del Museo Arqueológico desde el año 1867.

A finales del siglo XX su estado comenzaba a preocupar, pero también la incapacidad material del edificio para acoger todos los fondos. En 1999 se presentó el proyecto de ampliación, que implicaba la construcción de un nuevo edificio colindante con el antiguo, pero también la restauración del viejo palacio.

Además de los desprendimientos de la portada, el edificio presenta numerosas patologías internas. Así, uno de los muros de carga está hecho en barro, algo que no era extraño en la época en que se construyó el edificio, pero que supondrá que la intervención será más compleja, según los estudios a los que se sometió el palacio. Eso obligará a una restauración costosa y profunda, según las estimaciones que en su momento habían hecho los arquitectos.

El Ministerio de Cultura puso la primera piedra en el año 2000 para la construcción de la ampliación, aunque las obras tropezaron con el problema de la difícil accesibilidad de la plaza, a la que no podía llegar maquinaria pesada que hubiera hecho los trabajos más rápidos. Hubo otros condicionantes, como la aparición del circo romano, cuyos restos se integraron en el edificio y ahora son visibles. Así, las nuevas dependencias del Museo Arqueológico se inauguraron el 31 de enero de 2011 tras una inversión de 12 millones de euros y eso supuso el cierre del palacio a la espera de la segunda fase. Hasta la ampliación del museo llegaron los fondos más importantes, que formaron una exposición que tenía carácter temporal, aunque fuese por varios años. Allí están muchos de los hallazgos que dan testimonio del pasado de Córdoba, desde la época romana, como el Mitra de Cabra, hasta los restos de lápidas y los testimonios de la época árabe.

La exposición sigue abierta en este edificio, mientras el anterior se cerró en ese mismo momento a la espera de estas obras. La crudeza de la crisis económica hizo posponer el comienzo del proceso para redactar el proyecto, que ahora tendrá que esperar como mínimo al año próximo. El Museo Arqueológico deberá esperar, como mínimo, tres o cuatro años más, si se cumplen los plazos, para poder culminar el proyecto que se preparó a finales del siglo XX: disponer del doble de espacio y restaurar su sede primitiva.

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