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El Barça se exprime para alzar el título

La profundidad de plantilla del conjunto azulgrana hace posible la remontada de los de Xavi Pascual

El Barça se exprime para alzar el título VALERIO MERINO

JOSÉ M. DOMÍNGUEZ

Vista Alegre soñó ayer con la ACB. Posiblemente, desde los tiempos en los que aquella Selección Española de los Jofresa, Herreros y compañía se exhibió sobre el parqué cordobés, el pabellón municipal no había acogido un baloncesto de tantos quilates. El espectáculo estaba servido. Barcelona contra Sevilla o, lo que es lo mismo, una plantilla temible, favorita en todas las competiciones que disputará esta temporada, contra un proyecto que mezcla en dosis muy ilusionantes juventud y ganas con veteranía y empaque. En juego, el II Torneo Córdoba Ciudad Europea del Deporte 2014 Arteoliva.

El Barça iba a asumir sus galones. Es el campeón de la ACB, el equipo al que todos querrán batir, incluso desde la pretemporada. A Córdoba llegó el conjunto de Xavi Pascual después de vencer al Joventut en su primer test veraniego, aunque nadie se toma estos partidos como meras pruebas. En el bando sevillista, tampoco. Cada minuto cuenta, puede ser decisivo para ganarse la confianza de los entrenadores, para hacerse con un hueco en el quinteto o -al menos- en las rotaciones de dos conjuntos completísimos. La competición ya ha empezado.

El ambiente de Vista Alegre estuvo al nivel que requerían dos contendientes que iban a darlo todo. Nadie defraudó. Más de un millar de personas guardaron un sentido minuto de silencio en memoria de uno de los referentes del baloncesto cordobés de cantera de las últimas décadas: Alfonso Guerrero. Desde entonces, el público apenas pudo dejar de aplaudir con el juego alegre y el ritmo que imprimirían culés y sevillistas.

Satoransky, que a la postre sería elegido MVP del torneo, demostró que no le queda grande la camiseta azulgrana. El base, que el año pasado defendía los colores del extinto Cajasol sevillano, cuajó una actuación redonda. Su altura le aporta una versatilidad casi única en el baloncesto europeo, y ya en el preludio del nuevo curso ha dejado ver a su técnico que puede hacer de todo, en ataque o en defensa. Aunque si hubo dos nombres que destacaron por encima del resto en durante el primer cuarto, éstos fueron los de Doellman y Hernangómez. El ala-pívot del conjunto andaluz ofreció un recital de movimientos que cargaron de argumentos a quienes ya lo han designado heredero natural de Felipe Reyes en el puesto de 4 de la Selección Española.

Los 2,17 de Porzingis, el joven pívot letón del Sevilla, centraron también muchos focos desde el arranque. Le sobran condiciones para dar el salto a la NBA en un futuro no muy lejano. Para la defensa del Barça fue un incordio por momentos. Machacó el aro azulgrana, corrió los contragolpes, intimidó cuanto quiso en la pintura y hasta se atrevió a lanzar con una magnífica efectividad desde el perímetro.

El juego colectivo y una intensidad impropia de las fechas permitieron a los pupilos de Scott Roth marcharse con cuatro puntos de ventaja al descanso. La infinita calidad del Barcelona no era suficiente. Por suerte para Xavi Pascual, el plantel que tiene entre manos cuenta con un número prácticamente ilimitado de recursos. Cada hombre que sale desde el banquillo tiene capacidad para mejorar las prestaciones de su compañero, algo contra lo que no pudo competir el Sevilla. Pocos clubes podrán. Fue esa profundidad de plantilla la que sirvió a los azulgranas para dar la vuelta al marcador con un parcial de 9-0 comandado por Tomic. El ataque del Sevilla se estancó, y no lograría reactivarse por completo hasta el último periodo.

La casta y las ganas de llevarse el trofeo cordobés casi obran el milagro. Hizo lo que parecía imposible el equipo sevillano: evitar que la brecha en el electrónico fuese definitiva. El Barça logró despegarse nueve puntos de un rival que, sin embargo, nunca se salió del partido. El juego interior andaluz todavía no había dicho su última palabra. Fueron un martillo pilón hasta el final Oriola, Porzingis y Hernangómez. Poco a poco, limaron la diferencia hasta dejarla en tres puntos a falta de un minuto y medio para la conclusión. Entonces volvió a emerger Doellman, que capturó un rebote vital y en la misma jugada anotó de tres. El 91-85 final dio el merecido lustre al partido y al Torneo Córdoba, que ya cuenta en su joven palmarés con dos campeones como Real Madrid y Barcelona.

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