CIUDAD JARDÍN
La futura cofradía del Cristo de la Confianza da sus primeros pasos
La parroquia de la Inmaculada crea una confraternidad en torno al venerado Crucificado

Esta vez sí. Después de más de medio siglo con una devoción muy arraigada en el barrio, y también tras una serie de intentos que no fructificaron, el Santísimo Cristo de la Confianza tendrá un grupo de fieles en torno a Él. Todavía no se llama cofradía pero caminará con pausa hacia el momento de serlo. La parroquia de la Inmaculada Concepción y San Alberto Magno, en Ciudad Jardín, ya tiene dentro de su amplia familia a la nueva Confraternidad Parroquial del Santísimo Sacramento, Santísimo Cristo de la Confianza, Purísima e Inmaculada Concepción de Nuestra Señora, San Juan Evangelista y San Alberto Magno. Una docena de jóvenes, vinculados a la iglesia y devotos de la imagen, forman el grupo fundador de la agrupación.
Juan Antonio Hernández, miembro de este grupo, explicó que el primer proyecto es el de participar en un catecumenado, que les servirá para crecer en la fe. La formación y el culto centrarán sus desvelos en esta primera fase. ¿Ser una cofradía? «Eso lo determinará el tiempo. Lo más importante ahora es la evangelización y el trabajo dentro de la parroquia», afirmó. Muy optimista se mostró el párroco, Manuel González Muñana, que aseguró que «las perspectivas son muy buenas». ¿Por qué ahora y no antes? Según el sacerdote, los planteamientos han sido diferentes, también el camino que los jóvenes pretenden recorrer, y además el Papa, en su «Evangelii Gaudium» ensalza «lo que él llama mística popular o espiritualidad popular». «Por ahora tendrá un rodaje de crecimiento en la fe y avanzará poco a poco. Lo importante es crecer como cristianos y no sólo sacar al Cristo a la calle», dijo el párroco.
Juan Antonio Hernández, de hecho, no habló de plazos para este sueño. Por el momento, la confraternidad se sumará al quinario que cada Cuaresma realiza la parroquia al Crucificado, y que está entre los más concurridos de la ciudad. «En el futuro a lo mejor se podría hacer un besapiés, o un via crucis, aunque eso, en el futuro, dependerá del estado de la imagen», afirmó. El primer párroco, Alfonso Carrillo, encargó el Cristo de la Confianza a Antonio Castillo Lastrucci en 1960 con la petición de que siguiera el modelo del Cristo de la Buena Muerte de San Hipólito, pero con corona de espinas y alguna variación en el sudario. El grupo tiene un espacio dentro de las dependencias de la parroquia donde a partir de mañana recibirá a quienes quieran inscribirse como hermanos en la confraternidad.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete