Javier Martí, director general del Lucena, condenado a prisión

«Conforme, responsable y culpable». Así de rotundo se manifestó, según diversas fuentes, Javier Martí Asensio, expropietario del Real Mallorca y actual director general del Lucena CF, al escuchar la sentencia de la Audiencia de Palma que le condenó ayer a dos años de prisión y a indemnizar al club balear con 603.769 euros. La resolución, dictada por la magistrada Gemma Robles, considera al implicado autor de un delito societario de administración desleal por usar fondos de la entidad deportiva para pagar las acciones que compró a su predecesor Mateo Alemany. Javier Martí Asensio, junto al presidente Eduardo Bouzón, accedieron a la administración del Lucena el pasado 4 de junio tras el traspaso de los poderes de gestión por parte de la junta gestora.

La defensa de Martí Asensio, quien compareció en el juicio con dos horas de retraso tras perder el vuelo a la isla, circunstancia que le valió una severa reprimenda de la jueza, pactó con la Fiscalía la aceptación de la pena y, de este modo, logró una rebaja de la privación de libertad de tres años, demandada inicialmente por la acusación pública.

Javier Martí Asensio ejerció como dueño del Real Mallorca desde agosto a noviembre del 2009. Según se expone en el fallo, el 7 de agosto del citado año, compró el 93,24% de las acciones del club deportivo a Mateo Alemany, en representación de la sociedad Safín Gestores, por un precio de 4.270.000 euros. El acuerdo implicaba la satisfacción del dinero mediante 12 pagarés. El primero de ellos vencía el 15 de septiembre del 2009 y el último, dos años más tarde.

Tras su nombramiento como consejero delegado del Real Mallorca, el ahora rector del Lucena CF, se aprovechó de sus facultades «con ánimo de injusto enriquecimiento y en detrimento del resto de accionistas del club», según la Fiscalía. Días antes de que expirara el plazo estipulado en el primer pagaré, transfirió medio millón de la entidad a esa empresa que, a su vez, la remitió a Mateo Alemany. Al mes siguiente, ya no cumplió con su obligación de pago. Además, durante el desempeño de su cargo, ordenó el ingreso en la cuenta de Safín Gestores de 105.560 euros procedentes de las arcas del Real Mallorca y percibió 11.600 euros más por servicios de asesoría. Igualmente, gastó 1.169 euros con la tarjeta que le proporcionó la institución mallorquina por conceptos de representación.

Por otro lado, en diciembre de 2013, el Juzgado de lo Mercantil número 2 de Palma de Mallorca también lo condenó a devolver a la entidad balear y a la masa activa del concurso de acreedores de la entidad 602.345,12 euros al declarar culpable el procedimiento y constatar que «dispuso de fondos del club sin justificación y para fines que le eran ajenos».