El cambio de la LOUA excluye a las parcelas más polémicas

El Gobierno andaluz ha excluido a las parcelaciones más polémicas de los beneficios de la última modificación de la Ley de Ordenación Urbanística de Andalucía, que persigue facilitar la normalización y dotación de servicios a viviendas levantadas sin licencia. Eso deja fuera de cualquier beneficio, por ejemplo, a unas 1.500 viviendas en el ámbito de la Sierra de Córdoba, de las casi 4.500 que se estima que se encuentran en suelo no urbanizable.

La Junta ha realizado el cálculo de que unas 25.000 viviendas podrán acogerse a la reforma, básicamente las mismas que en la anterior revisión de la legislación. La realidad es que esos objetivos no se han cumplido ni de lejos. Las nuevas determinaciones tienen un carácter técnico y pretenden que pasar a una situación de regularidad -que no de legalidad completa- sea más sencillo.

Hasta el momento, solo se podía aplicar el régimen de tolerancia (llamado AFO, siglas de Asimilado al Fuera de Ordenación), a viviendas aisladas. Eso dejaba fuera a los núcleos, lo que en Córdoba se conoce como parcelaciones. La reforma de la LOUA pretende que eso acabe. Es decir, al régimen de tolerancia se permitirá acceder a las viviendas que ya no puedan derribarse, que al menos tengan seis años de vida y que no se encuentren dentro de zonas especialmente protegidas o de riesgo por algunas de las llamadas afecciones sectoriales.

En Córdoba capital, eso deja el margen en una situación bastante escasa. La mayor parte de las llamadas parcelaciones se encuentran en suelo urbanizable, es decir, se encuentran en procesos de legalización más o menos adelantados. En segunda lugar, el PGOU de 2003 hizo el esfuerzo de recalificar todo lo recalificable. La práctica totalidad del suelo no urbanizable del término municipal tiene una protección aunque, en algunos casos, es genérica. Se trata de los suelos ocupados de la Vega y la Campiña que tienen un factor de protección basado en elementos de producción agrícola que no es que sean fácilmente demostrables. Urbanismo ha reclamado la desaparición de estas categorías de forma que no existan un terreno sin una protección que pueda constatarse.

Básicamente, todas las parcelas de la Sierra y todas las que se encuentran en zona inundable quedarían fuera de los beneficios de esta reforma legal. En Medina Azahara, la cuestión depende casa a casa. Las construidas antes de la protección específica de los terrenos tendrían abierta la puerta a dotarse de servicios básicos. Las levantadas después, no. Hay que recordar que la exconsejera de Cultura Carmen Calvo amplió los límites del Bien de Interés Cultural de Medina Azahara. Ese incremento del suelo con mayor grado de vigilancia se realizó con un lugar donde ya había residencias construidas. A la postre, significó la imposibilidad de una salida legal común para todo el entorno.